En Castilla la Mancha tenemos la fortuna de contar con una televisión autonómica que presta atención a la Tauromaquia en todas sus facetas, entre otras cosas por las magníficas cuotas de audiencia que alcanzan las retransmisiones de esta índole. Y una de las caras más reconocibles de Castilla la Mancha Media es, sin duda, Óscar Aranda, un enorme profesional que lleva a sus espaldas más de mil festejos taurinos y que, además, cuenta con la necesaria sensibilidad para conocer el complejo terreno que pisa (el callejón de una plaza de toros) y el delicado momento en el que se encuentran las personas a las que va a entrevistar brevemente (toreros después de haberse jugado la vida frente a un toro o novillo).
Sin embargo, en lanzadigital.com/toros pensamos que sería altamente interesante conocer los pensamientos como aficionado de alguien que, siempre, se encarga de entresacar esos pensamientos a otros. Y, como era de esperar, el resultado ha sido realmente interesante. Aquí tienen la «Palabra de Aficionado» de Óscar Aranda.
Primer recuerdo taurino
En mi familia no hay antecedentes taurinos, ni siquiera como aficionados, pero ya desde niño sentí atracción por el mundo del toro. Me gustaba ir a las capeas, a los encierros, me atraía el toro, el animal; el ambiente. Ver a los toreros entrar y salir de la plaza… Me cuentan, y es verídico, que rompí todas las sillas de mi abuela. Les hice una ‘buena faena’ y acabaron todas con montones de lápices de colores en todo lo alto. Aunque jamás se me pasó por la cabeza ser torero, eso nunca. Pero la fascinación por este mundo me viene de largo. Mis padres me habían llevado alguna vez a los toros, incluso me cuentan que vi a El Cordobés, Benítez, en alguna plaza de la costa, pero eso no lo recuerdo. Para mí, el que cuento como primer festejo, fue en Villaviciosa de Odón (Madrid), año 1987, la alternativa de El Fundi y El Bote, con Joselito como padrino. Me llevaron mis abuelos, Mariano y Emiliana, a quienes desde aquí les agradezco ese recuerdo inolvidable. Tal vez aquel día fuera el principio de todo.