Miguelturra celebraba en la tarde del lunes, día 9 de septiembre, un Festival Taurino con motivo de las Ferias y Fiestas Patronales en honor a la Virgen de la Estrella, y que congregó a varios centenares de aficionados que disfrutaron de un festejo que reunió a grandes figuras del toreo, como Víctor Puerto, Julio Benítez ‘El Cordobés’, el rejoneador Luís Rodríguez y el novillero Javier Fernández.
Así, a las seis de la tarde arrancaba este esperado festival por la afición taurina miguelturreña, y que comenzaba con un minuto de silencio y homenaje póstumo a Miguel Martín Molina, por ser colaborador, fundador de la Peña Taurina ‘Capote de Oro’ y miembro de su junta directiva. El alcalde, Luis Ramón Mohíno y el presidente de la peña, Francisco Molina, junto a Puerto, Benítez, Rodríguez y Fernández, hicieron entrega de un diploma como reconocimiento a la esposa del fallecido Martín Molina.
Tras este homenaje a título póstumo, la afición miguelturreña disfrutó de un espectáculo taurino cuyas faenas dejaron una oreja para el rejoneador Luís Rodríguez, dos orejas para Víctor Puerto, cuatro orejas para Julio Benítez ‘El Cordobés’ y tres orejas para el novillero de Herencia y ex alumno de la Escuela Taurina de Miguelturra, Javier Fernández. Éste último, además, brindó su segundo novillo al alcalde, Luis Ramón Mohíno.
El Festival Taurino se celebró con seis novillos de las ganaderías Manuel Patón y la Rinconada, a través de la Empresa Espectáculos Taurinos Guadiana, con Luis Pérez como presidente de la misma.
La tarde taurina en Miguelturra, además de con el alcalde, contó con la presencia de la concejal de Festejos, Carmen María Mohíno, y el Equipo de Gobierno, así como de la Churriega Ejemplar 2024, Mercedes Espinosa, que acompañó al presidente del Festival, Francisco Molina. La nota musical la pusieron varios integrantes de la Banda Sinfónica de Música de Miguelturra.
Como colofón a una festiva tarde taurina en Miguelturra, la Concejalía de Familia organizó la suelta de una vaquilla que, durante varios minutos, hizo disfrutar a medio centenar de aficionados que saltaron al ruedo, así como a una entregada grada que no paró de aplaudir y vitorear a los entusiastas que se atrevieron a pisar el albero.