Plaza de toros de Ciudad Real. Tercer festejo de feria. Menos de media entrada.
Se lidiaron cinco toros de Torrehandilla y uno de Torreherberos (sexto), bien presentados. Bueno el primero por el pitón derecho, noble y flojo el tercero, manejable el cuarto, broncos quinto y sexto.
Aníbal Ruiz: oreja y oreja.
Sebastián Castella: silencio y ovación con saludos.
Daniel Luque, que sustituía a El Fandi: dos orejas y ovación con saludos.
Ruiz y Luque salieron a hombros.
José Chacón saludó tras banderillear al segundo, Rafael Viotti en el quinto y Raúl Caricol al sexto.
Volvía Aníbal Ruiz a Ciudad Real, después de la reaparición del año pasado para celebrar el vigésimo aniversario de su alternativa en esta misma plaza, y esta vez hubo suerte. A sus telas fue a parar el mejor lote de una irregular corrida de Torreheberos y Torrehandilla.
Su primero fue un noble ejemplar que ofreció embestidas humilladas y largas por el pitón derecho, y no tanto -sobre todo en cuanto a largura- por el izquierdo. El torero de Alcázar alternó derechazos de gusto y trazo extenso con otros menos sutiles, algo que cuando ocurría acusaba con caídas puntuales el de Torrehandilla, que siemre agradeció el buen trato, entre otras cosas porque la fuerza tampoco le sobraba. Tuvo mucho sabor el cierre de faena por bajo, acabando con su antagonista al segundo intento de buena estocada algo desprendida, abriendo su casillero en singular.
También se dejó, bastante, el cuarto. Aníbal le pegó varias verónicas notables, y sobre todo una media sobresaliente. En la muleta el de Torrehandilla tuvo clase en el embroque aunque remataba el viaje a media altura y algo desentendido. El alcazareño lo pasó en línea recta sin apretarle con ajuste y gusto, resplandeciendo en su cara un gesto de satisfacción en los desplantes finales. De nuevo lo cazó al segundo viaje y se le abrió la puerta grande, que esta vez ganó por ejecutar su toreo de garra irrenunciable aunque, por momentos, también otro de mayor reunión y templanza.
Un templadísimo Luque recibió a su primero, un toro ofensivo de pitones, como si estuviera en un tentadero, a pesar de las coladas y cruzadas que propinó el de Torrehandilla. Al entrar al caballo el toro se derrumbó. No fue devuelto, a pesar de las protestas. A la postre el toro se aguantó por el trato exquisito que le dispensó el sevillano, sin un solo toque a destiempo o desabrido, llevando la muleta a media altura sin forzar, evidenciando una cadencia que solo poseen los elegidos. Daniel Luque lo fue y sigue siendo. Otro cantar es que haya aprovechado la infinidad de ocasiones que ha tenido a lo largo de su carrera para ponerse en figura. Además, lo mató contundentemente a la primera, y las dos orejas fueron a sus manos.
Algunos albergábamos una leve esperanza de que la bronca embestida del sexto pudiera ser domeñada por la sapiencia de Luque, pero ni así. El de Torreherberos topó, se frenó y forzó al de Gerena a abreviar.
Castella pasó de puntillas por Ciudad Real. A su primero el francés lo partió, literalmente, en el brusco inicio con unos tirones infames, teniendo que ser apuntillado. No es la primera vez que vemos al de Beziers iniciando sus faenas de muleta de una forma absolutamente contraindicada a la condición de sus oponentes. Y seguramente no será la última. Ante el bronco quinto hizo como que lo intentó, sin intentarlo demasiado. En Ciudad Real Castella tuvo una actitud entre abúlica y autosuficiente, a pesar de reconocer la condición del deslucido lote que le correspondió.
Una tarde más, Manuel Blanco, extraordinario trompetista, compartió protagonismo con los toreros a la hora de interpretar sus floridos solos de trompeta, los cuales, en ocasiones, pecan de cierto exhibicionismo. O sin cierto.
Y abudando en el tema musical, sorprende y desconcierta escuchar a algunos espectadores empeñados en pedir música a las primeras de cambio -cuando no proferir exabruptos destemplados o a destiempo con el fin de lograr la simpleza de ser escuchados-, sin siquiera esperar a ver si la faena puede ser merecedora de tal acompañamiento. Un poquito de paciencia…