Plaza de toros de Carrión de Calatrava (Ciudad Real). Festival taurino sin picadores. Dos tercios de entrada.
Se lidiaron cinco erales de Víctor y Marín, de juego variado. Mejores segundo, tercero y quinto.
Aníbal Ruiz: oreja y palmas.
Carlos Aranda: oreja y dos orejas.
Juan Robles: dos orejas y rabo.
Aranda y Robles salieron a hombros.
Cartel plenamente ciudarrealeño el de ayer en Carrión de Calatrava (Ciudad Real), en el que lo más interesante que pudimos presenciar corrió a cargo de Carlos Aranda, en una muy entonada faena al segundo novillo de la tarde, en la que destacó el toreo al natural. El matador de Daimiel se encajó, pasándose al noble novillo muy cerquita, componiendo la figura. Además, a la verónica también hubo toreo de categoría. En el manejable quinto interpretó un trasteo de menos a más, primero más ligado pero amontonado y, más tarde, cuando dio tiempo entre muletazo y muletazo a su novillo, con mayor armonioso. Ojalá este festejo, aunque sin picadores, sirva para reencontrarnos con el Carlos Aranda que todos deseamos y esperamos cuando salga el de los rizos.
También triunfó con fuerza el novillero Juan Robles en el tercero. El de Fernán Caballero cortó un rabo por una labor entregada y de mucha conexión con los tendidos, más veloz al conducir las embestidas con la derecha, y más pausado al natural. La espectacular estocada, de la que salió tropezado, tuvo peso a la hora de la concesión de los máximos trofeos.
Aníbal Ruiz se justificó con su primero, que tuvo buen embroque pero que salía con la cara muy alta, al que cortó una oreja, y nada pudo hacer frente al muy deslucido cuarto, que se revolvía con avidez buscando las zapatillas del torero alcazareño.