Cuando falta poco más de un mes para que comience la campaña de vendimia en el conjunto de la región, desde Asaja Ciudad Real estiman que este año la producción de kilos de uva en la provincia y en Castilla-La Mancha puede experimentar una merma de entre un 5% y un 8% respecto al año anterior.
Así lo ha indicado a Lanza, Abel Alcolea, miembro del comité ejecutivo provincial de Asaja en Ciudad Real, quien explica que la pasada semana Asaja Castilla-La Mancha celebró una reunión sectorial de viñedo en el Ivicam de Tomelloso y en donde “quisimos dar más hincapié a la uva, al viñedo, a la viña y a la tierra, pues desde Asaja queremos estar más del lado del agricultor y del productor”.
En términos de producción recuerda como el año pasado en Castilla-La Mancha se produjeron un total de 3.030 millones de kilos de uva, mientras que de cara a la presente campaña desde Asaja estiman que “puede rondar los 2.900 millones de kilos de uva. De ellos, algo más del 40% corresponderán a Ciudad Real, provincia donde se da prácticamente la mitad de la cosecha de uva de toda Castilla-La Mancha”.
Para Alcolea la lluvia caída los últimos días de mayo y los primeros de junio en los campos manchegos “ha venido muy bien al viñedo, porque pasábamos por una sequía abismal. Conviene recordar que en diciembre dejó de llover, mientras que el resto del invierno y casi toda la primavera ya no llovió nada, siendo una primavera seca, lo que hizo que las reservas que tenían las raíces de las cepas y de las parras fueran de lo poquito que llovió en diciembre”.
En este sentido aclara que “veníamos de una sequía tan grande que cuando empezó a llover las viñas ya estaban brotadas, por lo que encontramos brotaciones muy desiguales. De hecho, hay cepas y parras que tienen tres tipos de brotaciones: una que brotó bien, en su época, y otras que lo hicieron más tarde. En algunas cepas de uvas tintas algunos racimos están negros del todo, mientras que otros están queriendo cambiar de color y algunos todavía están verdes”.
Calidad de la uva
Abel Alcolea indica que la calidad de la uva durante la próxima campaña de vendimia va a ser bastante similar a la que presentaba el fruto el año pasado”.
Explica que tanto la campaña de 2021 como la de 2022 y la actual de 2023 ponen de manifiesto que “van a ser tres años bastante igualados tanto en cosecha como en calidad”. Aclara que con la sequía que había en la provincia de Ciudad Real y en Castilla-La Mancha “la calidad de la uva se estaba estropeando bastante, porque el fruto brotó mal. Pese a ello, las lluvias caídas los últimos días de mayo y los primeros de junio hicieron que surgieran brotes más tardíos dentro de la misma cepa, mientras que los que brotaron antes se han desarrollado mucho mejor”.
Enfermedades de la planta
Abel Alcolea señala que en la actualidad, y en términos generales, la planta no se está viendo afectada por las enfermedades, al aclarar que “no se están dando casos de araña roja, polilla y de otros insectos”, A este respecto apunta que “la única enfermedad más endémica que tenemos es la cenicilla, aunque es una enfermedad que ya se está tratando”.
Merma en la cosecha en la zona de Alcázar y Tomelloso
También recuerda que algunas zonas vinícolas de la provincia de Ciudad Real como las de Alcázar de San Juan y Tomelloso se vieron afectadas por el pedrisco caído el pasado mes de junio, circunstancia que ha provocado que “se haya llevado una parte considerable de la cosecha de uva, según las tasaciones realizadas por Agroseguro, las cuales que apuntan que puede haber afectado a la producción de en torno al 60 o 70% de las parcelas”.