Francisco Cañizares (1971), candidato del PP a la Alcaldía de Ciudad Real, aspira gobernar y a recuperar la senda exitosa que esta formación ostentó en el Consistorio durante 20 años (1995-2015). Es la segunda vez que opta al máximo puesto municipal, convencido de que su proyecto de ciudad es el más óptimo para impulsar el determinante “salto de calidad” que saque a la capital de su actual “paralización” tras “ocho años de gobiernos del PSOE y Ciudadanos”. Las sensaciones que pulsa en la calle, junto a los miembros de su renovada lista, apuntan “a ganas de cambio”. Son expectativas que espera se traduzcan en resultados solventes que le permitan ponerse al frente del Consistorio ciudarrealeño para dar el gran salto que los ciudarrealeños “merecen”. No en vano, está a punto de cerrar una campaña desarrollada #entretodos, su lema, con actos sectoriales y vecinales, en distintos formatos, incluso degustando uno de los platos típicos de la tierra y, así hacer “buenas migas”. Ha querido ser respetuoso con sus adversarios en las elecciones municipales del 28M, para lo que ha puesto “límite al sectarismo” y ha evitado los “ataques personales”, incluso reconoce algún acierto de los últimos equipos de Gobierno. El empleo, la atracción de empresas, un modelo de futuro para los jóvenes y la recuperación del “orgullo de ciudad” son las claves que marcarán sus políticas, sin olvidar su respaldo a las grandes vías de transporte para reforzar las comunicaciones de la ciudad en el mapa regional y nacional. En lo personal, Cañizares es aficionado al cine y a la música, con gustos amplios que van desde el flamenco a Led Zeppelin. También se considera amigo de sus amigos -algunos con otras ideologías-, y muy familiar, sobre todo con su hija Carmen, de 18 años, y con diferentes capacidades. Su dedicación a la actividad pública ha estado influenciada por su padre, también ejerciente de la política hace décadas. Pero Cañizares hijo cierra el círculo de la satisfacción personal cuando comprueba que es un actividad eficaz y soluciona los problemas de la ciudadanía.
PREGUNTA.- La bajada de impuestos para atraer empresas es uno de los ejes de su programa, pero ello podría suponer menos ingresos. ¿No cree que podría perjudicar a las inversiones?
RESPUESTA.- La bajada de impuestos implica que el dinero quede en manos de quienes generan empleo y riqueza, un extremo difícil si somos la cuarta capital con el IBI más alto. Nuestra intención es hacer que la ciudad sea atractiva con rebajas como la del precio del suelo del polígono ‘Oretania’ SEPES (dependiente del Ministerio de Transportes) para atraer inversiones y empresas. Además, el Ayuntamiento tiene margen para ejecutar los proyectos en la ciudad con remanentes como el de 2022, que cerró con 26 millones de euros. Algo se hace mal cuando una administración tiene ese tipo de balances en un presupuesto de 70 millones. No es comprensible, porque el dinero de los vecinos tiene que estar en los servicios que reciben. Habría que ejecutar las partidas que todos los años sobran, como la de cuatro o cinco millones de euros en gasto de personal porque no contratan, y provoca quejas en servicios municipales como de limpieza, jardines, urbanismo o bienestar social. Se debe al nivel de descomposición del Equipo de Gobierno entre los dos partidos que lo conforman.
P.- Habla de la paralización del Polígono Sepes, pero este proyecto lleva más de ocho años sin desarrollar…
R.- Precisamente, el Gobierno del PP fue el que redactó el proyecto, aprobó la parcelación y la urbanización. Luego vino la crisis de 2008 y fue muy complicado avanzar porque en ningún sitio se producía crecimiento económico. En cambio, desde 2015 para acá, con presupuestos en positivo y un cambio de tendencia en la reactivación económica y creación empresarial, no se ha hecho nada. Es más, se han escapado inversiones y empresas tecnológicas, que se han ido a otros municipios, como la de drones de Skydweller, que eligió Valdepeñas. Hay que recordar que Pilar Zamora (candidata del PSOE) no llevaba en su programa de 2015 este tipo de cuestiones, y abogaba más por la ciudad de las personas, hablaba de la remunicipalización de los servicios, y planteaba la eliminación de la zona azul, que ha ampliado y es más cara. Ahora se ha dado cuenta y ya ha incorporado medidas para impulsar el empleo y la riqueza. Igualmente, tras ocho años, no tenemos mejores servicios, ni la ciudad más limpia, ni más instalaciones deportivas.
P.- O sea, que hace un balance claramente negativo de los últimos 8 años (4 años con gobierno del PSOE en minoría y los otros cuatro con un pacto de gobernabilidad con Ciudadanos)
R.- Sí. No soy de criticarlo todo, porque hay cosas que han funcionado bien como la participación, aunque se haya perdido vida en los barrios, pero estamos más atrasados. Cuando llegó el PSOE se dedicó a hacer comisiones de investigación a los gobiernos del PP (1995-2015), y no encontró nada. Fue un tiempo perdido que ha servido de ventaja a otras ciudades para adelantarnos. El resultado es que frente a la subida de población en un 70% desde la década de los 80 a 2012, con más de 75.000 habitantes, ahora hemos bajado, al igual que ha habido un retroceso en la dinámica de crecimiento y expansión. También hemos dejado de ser una ciudad atractiva para las familias y emprendedores de la provincia, que apostaban por la capital para adquirir una segunda vivienda o montar un pequeño negocio. El centro comercial se ha reducido espectacularmente, así como no se ha generado otro tipo de industria ni alternativa como las impulsadas por el PP. En esta época se desarrolló el polígono industrial avanzado y se promovieron otros parques industriales privados, con empresas de primeras marcas. También queremos agilizar los trámites administrativos para la gestión de obras, como la peatonalización de la calle Zarza, que lleva presupuestada desde el año 2018 o las de la Plaza del Pilar y calle Ciruela, sin proyecto, y con el condicionante de estar terminadas este año. O la tardanza en la concesión de licencias. El Ayuntamiento se nos ha ido de las manos de una forma espectacular, y no estamos pidiendo ni ofreciendo inventos extraños, sino cuidar bien de lo que tenemos, bajar los impuestos, hacer una ciudad atractiva, tener un modelo de futuro para los jóvenes y ser referentes en cultura y deportes.
P.- Una de sus máximas preocupaciones son los jóvenes ¿Qué políticas desarrollará para ese colectivo?
R.- La sensación de que los jóvenes tienen clarísimo que se tienen que ir fuera es una cosa terrible para la ciudad, y es más grave teniendo la universidad. Mi intención es trabajar para conseguir vincular la ciudad a la universidad, que es una de las piedras angulares del conocimiento. Es necesario trasladar la investigación al tejido productivo para que los nuevos graduados y titulados recalen en la actividad empresarial, se consoliden y no se vayan. Para ello, es necesario modificar la forma de crear empleo con fórmulas que garanticen puestos de trabajo cualificados y que ayuden a retener el talento de los jóvenes que se forman en la Universidad de Castilla-La Mancha. Y , con planes de empleo para personas con dificultades en el mercado laboral, pero también para que se genere empleo de
P.- ¿Y qué opina del retraso de la Zona de Bajas Emisiones?
R.- Es una medida aprobada por el PP en 2013 en el plan de Movilidad Urbana que Ciudad Real tendría que haber implantado en enero, para cumplir la normativa, como ciudad mayor a 50.000 habitantes. No entró en vigor por el Real Decreto que salió el 27 de diciembre que recogía la necesidad de hacer mediciones de la contaminación, algo lógico. Ciudad Real no tenía ni una medición, mientras que ya estaban implantadas las pantallas y las cámaras puestas. Es un fallo de raíz.
P.- Pero ustedes cuestionan la peatonalización del centro y hablan de consecuencias negativas para el comercio
R.- Nosotros pedimos que se haga un estudio socioeconómico de lo que va a implicar y que se propongan alternativas compensatorias, tanto para los ciudadanos del centro como para los locales. Además, si solamente pueden pasar vehículos eléctricos, habrá que instalar cargadores. La peatonalización es una parte y nosotros proponemos hacer primero un diagnóstico personalizado y luego adaptar los resultados a la ciudad, y no aplicar criterios de Madrid o Venecia, como nos dijeron.
P.- El Ayuntamiento acaba de comprar el Convento de las Terreras, ¿a qué se dedicará si usted gobierna?
R.- Queremos ser prudentes, pero la operación del Ayuntamiento hubiera sido una buena idea si estuviera mínimamente trabajado. Estaría bien si lo hubieran comprado para que la Junta lo desarrollara en su red de hospederías o para la red de Paradores. Pero adquirirlo para después adjudicarlo a una actividad de hostelería a un privado, con el tamaño que tiene, difícilmente rentable, no es una buena operación para Ciudad Real. Se podría dedicar a contenidos culturales, pero está el auditorio por terminar y hay que priorizar porque no hay dinero para todo. Hay que estudiar las posibilidades, pero, sin duda, no es la forma de trabajar de una administración.
P.- Otro de los retos de su programa es el orgullo de ciudad, ¿en qué consiste?
R.- Es el sentimiento de capitalidad, de ser referentes en cultura y deportes y de defender nuestras tradiciones y nuestra historia. ¿Estamos mejor que hace ocho años con certámenes nacionales e internacionales referentes? No. Se trata de conseguir que la ciudad de un salto de calidad en los ámbitos deportivos y culturales, que fomentan el orgullo de ser Ciudad Real para transmitirlos hacia el exterior. Queremos que la gente de otros puntos de la provincia o de otros territorios vuelva a mirar a la capital, para invertir en un piso, para abrir un negocio o para visitarla como opción turística. Y eso se consigue incentivando internamente y generando atracción para el exterior con eventos que nos identifiquen y que nos conviertan en referente.
P.- Pero ya está iniciada la Declaración de Interés Turístico Nacional la fiesta de la Pandorga
R.- Esta iniciativa tiene una normativa, que recoge todo el proceso y protocolo y tampoco se ha hecho. Lo primero es votarla en el Pleno, y no se ha pasado. Y luego contempla diferentes acciones y el impacto en los medios de comunicación. Es otro anuncio gratuito.
P.- Como senador, usted ha trasladado al Gobierno la necesidad de desarrollar proyectos viarios para mejorar los accesos de comunicaciones a la ciudad, como la continuación de la A43 o la necesaria autovía entre Ciudad Real y Toledo, ¿Seguirá apoyando estas demandas si llega a la Alcaldía?
R.- Hice una pregunta a la ministra de Transportes (Raquel Sánchez) y dijo que la provincia no tenía déficits, que no era necesario el desarrollo de la A43 hasta Extremadura y Portugal, y que se iba a mejorar la seguridad con circunvalaciones. Sobre la A41 dijo que es aconsejable ir a otro modelo como vía de alta capacidad. Y también que los retrasos y Averías en la línea AVE son ‘fallejos’. Es una vergüenza y por eso fue reprobada. La alta velocidad era un servicio ejemplar y funcionaba como un reloj y ahora es una auténtica feria. Pero las comunicaciones son absolutamente necesarias para el desarrollo industrial y logístico de cualquier capital como Ciudad Real. Por ello, también seguiremos apoyando que la circunvalación prevista hace 8 años para que el tráfico interurbano de las vías nacionales, con camiones de mercancías, deje de pasar por el centro, por las puertas de colegios o institutos. Gran parte de la culpa de que no se haya hecho la ha tenido Pilar Zamora, que no ha sido mínimamente activa con otras administraciones, que era también del PSOE, para el desarrollo de estas infraestructuras.
P.- Pero está en marcha el Plan de Modernización Ciudad Real 2025, con acciones en distintos ámbitos de actuación
R.- Sí, pero los proyectos nacionales no se han hecho, ni hay una infraestructura importante, o una empresa importante que se haya desarrollado. Absolutamente nada. El plan se diseñó en 2018, en vísperas de las elecciones y en cuatro años hay alguna cosa incipiente pero no se ha ejecutado nada. Presentaron un proyecto para el Hospital de Alarcos que está sin desarrollar o el Centro de Folclore, cuyas obras han empezado después de ocho años. Para mí es poco ambicioso si tenemos en cuenta que la Junta de Comunidades, que es la administración que tiene más poder económico en la ciudad, plantea como inversión más importante la realización de sus oficinas. No es admisible que el Ayuntamiento se trague esto como algo positivo que va a generar unas sinergias positivas para la ciudad porque no es verdad. Son 40 millones de euros que hubieran venido mejor para captar inversiones, a través de empresas, o para ejecutar el polígono Sepes. Y por cierto, también tendría que estar programado y pensado qué van a hacer con el edificio de la calle Alarcos.
P.- Ustedes han recogido 2.000 propuestas de la ciudadanía, según anunció usted, para materializar el lema #entretodos, ¿Qué es lo más importante que le transmiten los ciudarrealeños?
R.- Hay una necesidad de cambio en la ciudad porque la perciben muy parada y con pérdida de pujanza a todos los niveles, económico, social cultural y deportivo. Somos menos de lo que éramos hace ocho años en esos aspectos, la gente está preocupada y tiene el convencimiento de que hay que cambiar las cosas. Te trasladan su visión de esa situación hay gente que le preocupa mucho la limpieza, y pro ello vamos a hacer un plan de limpieza y vamos a reforzar el servicio con un responsable por barrio.
P.- Para su candidatura ha elegido a profesionales de distintos sectores, con renovación de nombres, ¿Cómo han llevado la campaña?
R.- Hasta ahora, el PP ha tenido concejales fantásticos, que han trabajado de manera brillante, y con la actual lista, hemos querido recoger la sensibilidad de la ciudad para llevar a adelante el cambio. Existe la sensación generalizada de que se nos está escapando el futuro de la ciudad, como nos lo están transmitiendo los empresarios, los vecinos y las asociaciones. Y por ello, hemos querido ser generosos e inteligentes para abrir las puertas a gente que quiere participar en la política de forma generosa, porque no está excesivamente bien pagada ni tiene un prestigio social extraordinario. Estamos desarrollando la campaña sin grandes mítines y en tres formas de actuación, con mesas informativas en la calle para entregar nuestro programa a los vecinos, con foros sectoriales con distintos colectivos, como el económico, social, deportivo, o cultural, donde les pedimos que nos transmitan sus demandas, y con una dinámica más festiva los fines de semana, compartiendo unas migas y limoná con los vecinos de distintos barrios, para celebrar momentos de convivencia. Aunque pensamos que nuestras ideas son mejores que otras, no somos gente sectaria y queremos escuchar a todos los vecinos que son los que hacen la ciudad.
P.- ¿Y qué perciben?
R.- Percibimos las ganas de cambio en los actos que hemos celebrado por los barrios, aunque, evidentemente se tienen que contrastar con los resultados electorales. La dispersión del voto podría hacer que se frustraran las expectativas, como pasó hace cuatro años. Pensamos que la gente también ha aprendido eso y que inventos como el pacto de gobernabilidad con dos alcaldesas del PSOE y Ciudadanos no ha funcionado, como el plan de limpieza que iba a ser ambicioso y lo presentan hace 20 días, después de cuatro años. Los pactos hay que hacerlos sobre documentos de trabajo reales y con retos programáticos. Por ello, pedimos la confianza y el voto para impulsar el cambio necesario y el único partido que lo representa es el PP.
P.- ¿Se atreve a hacer algún tipo de estimación en la Corporación municipal?
R.- Creemos que vamos a sacar un buen resultado y vamos a poder gobernar a Ciudad Real con concejales del Partido Popular. Pero no sé cómo se repartirá.
P.- ¿Y qué opina del boletín del PSOE que recoge en color la exitosa gestión de Pilar Zamora, junto a ‘la herencia de Cañizares’ en blanco y negro con fotos suyas?
R.- Creo que es de mal estilo. Se puede criticar, como yo hago, pero no personalizando, no tiene mucho sentido, sobre todo porque comentan asuntos que son falsos. Hablan de vivienda, y el PSOE no ha hecho ni una sola, frente a las casi mil con algún tipo de protección pública del Partido Popular. Critican que no se terminara el auditorio, pero lo que tenían que haber hecho es terminarlo ellos. Creo que el boletín es una muestra de que se ven perdedores, sobre todo por los ataques personales.
P.- Y en un perfil más personal, habla en su presentación de ser amigo de sus amigos, ¿tiene alguno de otras ideologías? Y también se considera familiar, ¿qué hace en este sentido?
R.- Mi vida está unida a la ciudad porque soy de aquí, y mis amigos son amigos que hice en el colegio, en Los Marianistas, desde que teníamos tres o cuatro años. Hay de distintas ideologías, pero cuando estamos juntos no somos políticos. En cuanto a la familia, entre otras cosas, acompaño a mi hija, Carmen, al autobús que la lleva al centro de Educación Especial ‘Puerta de Santa María’.
P.- ¿Qué aficiones tiene?
R.- Me gusta la música de distintos estilos, desde el flamenco a Led Zeppelin. También soy muy aficionado a ir al cine, aunque ya voy a poco.
P.- Y sobre su dedicación a la política, ¿ha influido tener un padre político?
R.- Sin duda me ha influido, él fue diputado regional durante 8 años, y portavoz en las Cortes de Castilla-La Mancha. Me animó, pero con la boca pequeña. También me satisface ver que desde la política se pueden cambiar las cosas y que se puede ser útil. A nivel municipal la visión es muy enriquecedora porque te das cuenta de todas las cosas que no conoces de la ciudad.
