Este sábado, 11 de mayo, el aficionado a los toros ciudarrealeño tiene una cita de relevancia, por varios motivos. El primero de ellos el apoyo al que pasa por ser el novillero con picadores más destacado que tenemos en la provincia en la actualidad. Se trata de Carlos Aranda, a quien hemos acompañado al campo en las últimas semanas en su preparación de cara a una temporada vital para él como es la de 2019.
Al torero daimieleño le está costando la misma vida avanzar en el azaroso escalafón de las novilladas con picadores. Suele tratarse de festejos deficitarios, pues su organización resulta extremadamente costosa, y no suelen concitar el interés que sí atraen los festejos con figuras. Por consiguiente se celebran de manera demasiado puntual. Y es ahí donde entra en juego el segundo motivo por el cual el aficionado debería acudir este sábado a Corral de Calatrava para presenciar la novillada en la que tomarán parte el citado Carlos Aranda y Alfredo Bernabéu; hace 21 años que Corral no alberga un festejo con picadores, y sería más que recomendable que la afluencia de público fuera lo más numerosa posible. Para su consecución se ofrece la entrada general a 20 euros, jubilados a 18, y niños a 12.
Al hilo de esto, Carlos Aranda compartió en el día de ayer miércoles una jornada de entrenamiento con los alumnos de la Escuela Taurina de Alcázar de San Juan que dirige Jaime Castellanos. El novillero daimieleño invitó al festejo del sábado a todos ellos.
Un último elemento de interés, en absoluto desdeñable, es la lidia de novillos de Víctor y Marín, la vacada de toros de lidia de mayor antigüedad de Ciudad Real (1933). En la tarde de hoy miércoles nos desplazamos hasta la finca fernanduca de Pinos Bajos para poder fotografiar los utreros que se lidiarán este sábado en Corral,y cuya aparicneic pueden juzgar por las otografías que acompañan este texto. Deben embestir. Así lo están haciendo las vacas en los tentaderos de los últimos años, y así lo han hecho los machos que se ha lidiado igualmente.