Con la llegada de la primavera a Ciudad Real y Castilla-La Mancha comienzan las diferentes campañas hortícolas y de productos de verano, y por tanto aumenta la contratación de mano de obra, en un 80% proveniente del exterior. Este año, a consecuencia del COVID-19, las limitaciones sanitarias a los viajes de los temporeros desde sus países de origen habían levantado la preocupación de los agricultores ante el inminente riesgo de pérdidas en las cosechas que ya hay que recoger.
Organizaciones agrícolas alzaron la voz de alarma y en concreto COAG pidió que se aprovechara el “paradójico” escenario laboral en España, con una incrementada bolsa de parados por el estado de alarma, frente a las necesidades de trabajo en las explotaciones agrarias.
Una petición que el Gobierno ha escuchado y ha atendido con la aprobación este martes de un Real Decreto por el Consejo de Ministros con una serie de medidas para paliar dicha falta de personal, en Ciudad Real -que mueve 8.500 asalariados y hasta a 15.000 en las campañas agrícolas- todavía con escasa demanda.
La contratación se abrirá a desempleados (podrán compatibilizar la prestación por desempleo o demás prestaciones de carácter social o laboral) y a inmigrantes que vivan en España (verán ampliado su permiso de residencia).
Lógicamente, las organizaciones agrarias de la provincia y la región han valorado positivamente las medidas que permitirán proveer de suficiente mano de obra al sector en una coyuntura económica complicada.
COAG: el espárrago, las frutas de hueso y el ajo, los primeros
Ángel Galve, secretario regional de COAG, se ha mostrado satisfecho porque además de atender las necesidades laborales, favorecerá que personas de las localidades agrarias en paro puedan trabajar sin mermar su protección social.
Ha recordado que las exigencias son perentorias en Guadalajara para la recogida del espárrago, pero también para la recolección de fruta de hueso o la fresa que no son susceptibles de mecanización.
Y en un mes y medio, a finales de mayo, empezará la corta del ajo en el entorno de Las Pedroñeras (Cuenca) y en la Mancha ciudarrealeña, a la que seguirá el melón y la sandía en el mes de junio, la vendimia desde finales de agosto y la aceituna en noviembre.
Estas recolecciones cuando se solapan con las plantaciones representan un volumen de temporeros que en algunos meses llega a más de 40.000 en Castilla-La Mancha, ha señalado Galve.
“Castilla-La Mancha, ha recordado, tiene una gran diversidad de cultivos que requieren mucha mano de obra”, sobre todo cuando llegan los meses de abril y mayo.
Asaja: es importante contar con mano de obra
Desde Asaja, su secretario provincial, Florencio Rodríguez, también ha aplaudido las medidas urgentes porque “vamos a necesitar mano de obra”. “En unas regiones antes y en otras después”, ha puntualizado, a la vez que ha valorado “la importancia de tener gente al alcance de nuestras necesidades”. Sobre todo dentro de un mes en la provincia de Ciudad Real con la plantación de los cultivos hortofrutícolas –tomate, cebolla, melón o sandía-, “claves para la alimentación”.
Rodríguez ha reivindicado el sector como un ámbito estratégico para la vida humana y para el suministro alimentario en tiempos de coronavirus, con una gran seguridad alimentaria, y por ello, ha reclamado, “mantener la normalidad y tranquilidad, y planificar las campañas con orden para que los ciudadanos estén abastecidos”.
Rodríguez ha subrayado “el verdadero ejemplo que está dando el sector de cómo hacer las cosas, con cabeza y eso es importantísimo”
En este sentido, la Interprofesional de Melón y Sandía de Castilla-La Mancha ha pedido prudencia a la hora de sembrar. “Más que nunca, han asegurado, el sector debe hacer una planificación adecuada para evitar excesos de oferta y bajada de precios”.
En 2019 se sembró en la región 6.182 hectáreas de melón y 2.635 hectáreas de sandía, cifras dentro de la media, aunque este año “el sector deberá hacer frente a las consecuencias que arrastrará la crisis sanitaria”.
También ha lamentado la crisis del ovino –tanto de leche como de carne-, con un nivel de precios ruinosos y con una “complicada” recogida del producto “como consecuencia paralización del canal Horeca” y unas exportaciones “cada vez mayor con mayor dificultades”.
UPA: hay que tener prudencia y no generar falsas expectativas
Elisa Fernández, presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) de UPA, ha visto “muy positiva” la flexibilización autorizada para la contratación de mano de obra agrícola, que permitirá conseguir que “los ganaderos y agricultores puedan trabajar”.
Sin embargo, ha apelado a “la prudencia” a la hora de dimensionar las necesidades de trabajo y así evitar “crear falsas expectativas”. “Tenemos que ser cautos y realistas con las cifras que se dan (el ministro de Agricultura habló hace unos días de la necesidad 100.000 temporeros) porque muchas personas que están en desempleo piensan que la incorporación es inmediata”.
Así lo están comprobando con “las numerosísimas llamadas que nos están llegando”, ha dicho, y ha recomendado “informar de la demanda real en cada territorio”.
También ha pedido a los ayuntamientos “que no solapen” los planes de empleo agrario con las campañas agrícolas, porque “privarán a muchos trabajadores de poder trabajar seis meses, en vez de que lo hagan cuatro”.
Sobre este tema, Asaja Castilla-La Mancha había mostrado su malestar tras el anuncio de las ayudas Programa de Fomento del Empleo Agrario para la contratación de trabajadores. Pidió que “no se confundiera” a la sociedad al asegurar que este montante para la contratación de trabajadores vayan a favorecer “el mantenimiento de la actividad agraria, básica para mantener el abastecimiento, especialmente, durante la crisis sanitaria del Covid-19”.