Niños vinculados a la Hermandad de San Isidro compartieron este domingo con los adultos la segunda jornada festiva con la que la hermandad de agricultores de Ciudad Real festeja su patrón.
Como siempre, el cortijo de La Frasca fue el escenario para una mañana de risas, juegos y competiciones de lo más ingeniosas. A los niños les gusta especialmente la carrera del huevo -en la imagen superior izquierda-, mientras que los mayores pueden concursar lanzado reja, o simplemente mirar y disfrutar de la compañía de un colectivo al que pertenecen unas quinientas personas, aunque agricultores en realidad sean muy pocos.
La Hermandad de Pandorgos se sumó a la fiesta con unas migas populares. Este lunes, San Isidro, la misa del santo se celebra en la ermita de Alarcos a las 12.00.
Los agricultores de Ciudad Real capital empezaron el sábado a festejar San Isidro, que cuenta con una de las hermandades más potentes en la provincia, con 500 hermanos, pese a que en realidad “a la agricultura en Ciudad Real nos dedicamos cada vez menos gente, como quien dice cuatro gatos”, dice Pedro Martínez, el presidente.
Que el 90 por ciento de los hermanos no se dedique al campo no quiere decir que la hermandad no mantenga año tras años el espíritu labrador. Por eso una de las actividades estrellas es el concurso en el que hay que demostrar habilidad con el manejo del arado.
En el paraje La Dehesilla en este 2017 el mejor haciendo surcos “lo más derechos posibles” ha sido Manuel Castillo, seguido de Fernando del Hoyo (un clásico del concurso), Faustino Castillo, Aline Amaral, Juan Ángel Mera y Javier del Hoyo. Se da la circunstancia de que Aline Amaral se ha impuesto en la competición de las mujeres.
Este año en el concurso han participado 35 personas, según Martínez, que despide oficialmente de la presidencia de hermandad que ha ocupado los últimos veinte años. “Hay gente joven con ganas”, explica.