La delegada de la Junta de Comunidades en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, explica que han pasado ya 16 años de la anterior ley y la sociedad ha evolucionado muy rápidamente. Por ello, de nuevo el PSOE, aunque esta vez liderado por Emiliano García-Page, quiere adelantarse a las reivindicaciones de la ciudadanía y ya tiene muy avanzada la futura Ley por una Sociedad Libre de Violencia de Género, que servirá para actualizar la regulación regional de 2001 sobre prevención de malos tratos y protección a las mujeres maltratadas.
Castilla-La Mancha ya se convirtió en el año 2001 en una comunidad autónoma pionera en todo el país gracias a que el PSOE, entonces liderado por el expresidente José Bono, aprobó una ley propia contra la violencia de género que después sirvió de modelo para otras comunidades autónomas e, incluso, para la que promulgó el Gobierno central presidido por José Luis Rodríguez Zapatero.
Sin embargo, explica a Lanzadigital.com la delegada de la Junta de Comunidades en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, han pasado ya 16 años y la sociedad ha evolucionado muy rápidamente. Por ello, de nuevo el PSOE, aunque esta vez liderado por Emiliano García-Page, quiere adelantarse a las reivindicaciones de la ciudadanía y ya tiene muy avanzada la futura Ley por una Sociedad Libre de Violencia de Género, que servirá para actualizar la regulación regional de 2001 sobre prevención de malos tratos y protección a las mujeres maltratadas.
“El borrador del proyecto incluye la actualización con los hitos del ordenamiento jurídico que se han desarrollado en estos 16 años y que se complementa con la normativa de 2010 sobre igualdad entre hombres y mujeres, al tiempo que asume como propios los condicionantes que se incluyeron en el Convenio de Estambul firmado en 2011 y al que España se adhirió en 2014”, explica la delegada del Gobierno regional en la provincia.
Se trata, indica Olmedo, de una ley vanguardista que entre sus novedades incluye reivindicaciones históricas de los colectivos feministas, entre los que se incluyen el reconocimiento como víctimas de la violencia de género de quienes hasta ahora no lo tenían, como los hijos de estas mujeres o aquellas que han sido violadas; al tiempo que incluye fórmulas contra el feminicidio, la explotación sexual, la trata de mujeres y niños, la mutilación genital femenina, losmatrimonios forzados y las nuevas formas de violencia a través de redes sociales.
“Y todo ello sin olvidar algo que, por desgracia, es cada vez más frecuente: la violencia económica tras un divorcio conflictivo. Es un tipo de violencia muy duro que consiste en ahogar económicamente a la mujer que se separa para que no pueda sacar adelante a sus hijos. Se trata de una violencia invisible pero que lleva a la mujer al límite, desesperándola y desestabilizándola anímica y personalmente”, agrega la máxima responsable del Gobierno regional en la provincia de Ciudad Real.
Voluntad pero con recursos
Una de las cuestiones en las que pone el acento Carmen Teresa Olmedo es que el compromiso con la igualdad y con la erradicación de la violencia de género no es solo cuestión de la voluntad del presidente García-Page, “ a quien repugnan todas las formas de violencia y especialmente la ejercida contra las mujeres”, sino que también conlleva dotación económica.
“Y es que, además de modificar la ley, es fundamental su dotación de medios y recursos ya que de nada sirven las medidas si no hay dinero para aplicarlas” asevera la delegada de la Junta, quien justifica en los recortes efectuados por el anterior Gobierno regional y por el actual Ejecutivo central el descenso de hasta once puestos que ha experimentado España en la lucha por la igualdad según el informe Global Gender Gap que se conoció recientemente.
“No se puede luchar contra la violencia de género sin presupuesto. Y desde que Emiliano García-Page llegó a la Presidencia del Gobierno regional se han incrementado casi un 21% los recursos que se destinan a políticas de igualdad a través del Instituto de la Mujer –además de los que se distribuyen de forma transversal a través de distintas consejerías-. Y de ese incremento, el 7% ha ido a los centros de la mujer que la Junta financia en Castilla-La Mancha, y que este año suman 18 millones de euros. Eso sí que es un compromiso hecho realidad por el Gobierno de García-Page con la igualdad entre mujeres y hombres en la región y, más singularmente, con la lucha contra la principal de las discriminaciones que es la violencia de género”.
Asimismo, Carmen Teresa Olmedo aprovecha para hacer un reconocimiento a los profesionales que trabajan en los centros de la mujer de la comunidad autónoma y, más especialmente, a los que lo hacen en el medio rural ya que allí las mujeres disponen de menos recursos y les es más difícil por múltiples cuestiones volver a ser libres.
La delegada de la Junta en Ciudad Real subraya que a lo largo del año 2018 se pretende avanzar en la estrategia de transversalidad de género a través del Plan Estratégico para la Igualdad de Mujeres y Hombres de Castilla-La Mancha 2018-2023; mejorar la atención a las víctimas de violencia de género a través de la Red de Centros de la Mujer y recursos de acogida; reforzar el programa de atención psicológica a menores víctimas de violencia de género; o el próximo programa de atención especializada a las víctimas de las agresiones sexuales que se pondrá en marcha en la región.
Jóvenes y violencia de género
Como ocurre con el resto de administraciones realmente implicadas en la lucha contra la violencia de género, los datos revelados por los últimos estudios conocidos en los que se refleja un incremento de la violencia de género entre los jóvenes y, lo que es peor, que la asuman como algo normal, preocupa al Gobierno regional.
“El principal problema es que no se reconozca la violencia más allá de lo que es un golpe, cuando hay muchísimos tipos de violencia de género. Y mientras no reconozcan la vigilancia, los ataques de celos o el control en las redes sociales, en las entradas y salidas y en la forma de vestir, es muy difícil erradicar esa violencia. Igual que si no se eliminan estereotipos como que el 30% de los jóvenes asocien la violencia machista a la población inmigrante cuando las estadísticas revelan que la mayoría de víctimas y agresores en los casos más graves eran españoles”.
Y para avanzar en este sentido, ha recordado que la campaña “Sin un sí, es un no” desarrollada este año en los lugares que habitualmente se reúnen los jóvenes -fiestas patronales, zonas de botellón…- ha funcionado muy bien para que los jóvenes asuman lo que es una violación en cita ya que muchos lo desconocían”.
Denuncias
Respecto a la tendencia creciente de atenciones y denuncias cuyo proceso se inicia en los centros de la mujer de la región, Olmedo lamenta que se incrementen. Pero también destaca que tienen su lado positivo en el sentido de que las víctimas confían cada vez más en estos recursos si bien aún son muchas las que no se atreven a denunciar y así lo demuestra que la mayoría de las víctimas mortales de este año no hubieran presentado ninguna denuncia previa.
“Creo que hay aspectos en los que se debe trabajar para que las mujeres no se desincentiven a la hora de denunciar a sus agresores, como a veces ocurre por temor o por verse demasiado expuestas ellas y sus hijos. Y eso por no hablar del caso que estamos viendo de la denominada ‘manada’, en el que muchos pretenden que sea la víctima quien demuestre que la agredieron y tenga que sentirse juzgada en redes sociales o medios de comunicación”, condena Carmen Teresa Olmedo, al tiempo que agrega que “el hecho de que se ponga en tela de juicio el estilo de vida de una víctima demuestra que las leyes van por delante de la sociedad, pero que hay que seguir trabajando mucho y las víctimas deben saber que nos tienen de su parte, que pueden contar con nosotros”.
Las políticas de igualdad como pilar de la acción del Gobierno regional
Aunque hay un organismo específico de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que trabaja por la lograr esa igualdad real entre hombres y mujeres que reivindica la mayor parte de la sociedad, Carmen Teresa Olmedo quiere dejar claro que esa igualdad impregna todas las políticas que despliega el Ejecutivo autonómico.
En este sentido, pone como ejemplo que la directora del Instituto de la Mujer participe cada semana en el Consejo de Gobierno de la Junta pese a no ser consejera para que la igualdad esté siempre presente.
Asimismo, recuerda otras actuaciones tan importantes para romper el círculo de la violencia de género por parte de las mujeres como facilitar y priorizar su incorporación al Plan Extraordinario de Empleo puesto en marcha por el Gobierno de García-Page.
“Ya de partida, el 51% de los trabajadores del Plan de Empleo que la Junta ha promovido con la Diputación y los ayuntamientos, son mujeres. De ellas, en el año 2016, 775 fueron mujeres que habían sido víctimas de violencia de género en Castilla-La Mancha, mientras que en lo que llevamos de legislatura esa cifra se eleva hasta las 1.309”.
Extrapolando esos datos a la provincia de Ciudad Real, en 2015 se incluyeron en el Plan Extraordinario de Empleo 102 víctimas de violencia de género; en 2016, 40; y en 2017, 99. En total, desde que comenzó la legislatura, se han beneficiado de este plan en la provincia un total de 241 víctimas de la violencia machista.
Pero lo mismo ocurre, sigue relatando Olmedo, si en lugar de analizar el área de Economía y Empleo se observa la de Agricultura, en la que se está trabajando, por poner un ejemplo, por un mayor reconocimiento de la mujer a través de la potenciación de la titularidad compartida para que las mujeres que trabajan en el campo, “en las explotaciones de sus compañeros”, tengan la posibilidad de cotizar con el objetivo de que tengan reconocido su trabajo de cara a una separación o a una jubilación.
“La violencia de género es la mayor manifestación de desigualdad que existe y no se puede salir de ella sin una independencia económica. Por eso el Gobierno de Castilla-La Mancha está ayudando a las víctimas a alcanzar esa independencia pese a que hay gente que le molesta la discriminación positiva. En ese caso siempre les pongo un ejemplo: Si vamos a correr una carrera, o salimos todos desde el mismo punto de partida o es muy difícil que el que sale desde 10 metros más atrás la termine”.
(Entrevista incluida en el suplemento especial sobre violencia de género del semanario de Lanza)
