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Cabezarados

CABEZARADOS 1

El pueblo de Cabezarados se encuentra en el camino de Ciudad Real a Almadén. Situado a 27 Km de Puertollano, con un término municipal de 80,36 km² que limita al Norte con Abenójar, al Este con Corral de Calatrava, al Sur con Villamayor de Calatrava, y al Oeste con Almodóvar del Campo. Una población de 322 habitantes en el último censo lo que representa una densidad de 4,01 habitantes por Kilómetro cuadrado. Una población que pasa de los 350 habitantes de 2010 a los 322 actuales con un ligero descenso año a año. Una población dedicada en un 37,5% a la agricultura, un 12,5 % a la industria y un 43,75 % al sector servicios. 4.100 hectáreas dedicadas al cultivo de herbáceos y 570 al olivar son la base de su agricultura. Un municipio con una historia documentada en diferentes escritos y restos materiales.

Historia de la población

En las Relaciones Topográficas de 1575 se decía: “en las sierras arriba hay unos edificios antiguos a forma de castillos pequeños que debían servir de centinelas”. Son estructuras de época anterior a los romanos y en Cabezarados hay varios de ellos, uno de los cuales se conoce como El Castellar situado al sur de la población. En la zona Este existe otro que linda con Villamayor donde se han encontrado restos de un poblado fortificado y la Piedra Escrita, losa con rayas inscritas. Hay también en el término municipal restos de ocupaciones primitivas con molinillos de mano realizados con piedra volcánica.

Por la zona cruzaba la vía romana en dirección Este-Oeste desde Mérida al puerto de Almansa. Por ello Cabezarados aparece citado en diferentes documentos especialmente después de los estudios de Coello. En estos estudios se habla de la vía que la atravesaba y de una mansión como se dice en las Relaciones Topográficas: “… al medio día, junto a él… algunos edificios antiguos, porque se hallan cimientos y algunas piedras labradas aunque sin letreros… y pedazos de tejas… y algunos pilares labrados, y algunas monedas de cobre y en la 51 nos informan sobre su uso frecuentísimo en la Reconquista de estos restos anteriores a la invasión musulmana, que se atribuían con gran verosimilitud a restos cristianos de su primitiva época,… hay una ermita a dos tiros de ballesta en una obra derribada recientemente en la dehesa de los Guijos, a unos 6 Kilómetros, siguiendo la vía romana, se encontró un capitel jónico muy decadente, lo que parece indicar la existencia de construcciones de los siglos V o VI en la mencionada ermita, coincidente con otras obras paleocristianas que se conocen en la región”.

La vía romana provenía de Chillón, Gargantiel, Navalmedio, atraviesa Villagutierrez y el río Tirteafuera, sigue el camino de Almadén a Cabezarados y continúa por el cordel, y desde la laguna de La Carrizosa sigue el camino de Corral, pasando al pie del castillo de Caracuel…En el Libro de la Montería de Alfonso XI consigna que “… El Serrejón de Cabeza Adrados, que es entre Abenojar, et Almodóvar, es buen monte de oso en ívierno …”; aunque no amplía más datos parece indicar el final hacia el sur de la sierra de Castellar, que entonces estaría poblada de monte alto en que poder guarecerse esta clase de caza mayor hoy desaparecida, ya que parece ser la sierra a la que más importancia le dan en las Relaciones.

El rollo del siglo XV

El rollo jurisdiccional del siglo XV fue desarmado hace años y las piezas se repartieron entre los vecinos. A mediados del siglo XIX se decía: “en el medio de la plaza se levanta el rollo de la villa con sus armas que son cabeza vacuna y dos arados”. Son monumentos levantados en las villas para demostrar su independencia jurisdiccional respecto de los señoríos y así en las relaciones de Villarrubia se dice: “… solía haber las armas reales y de Calatrava … en el rollo que estaba en la plaza, y después de S. M. Vendió la villa … se deshizo el Rollo …”.

En 1982 se repuso el rollo en la plaza del pueblo. Tiene tres gradas redondas nuevas y fuste cilíndrico con el escudo de la villa sobre una de las últimas piezas del fuste; también tenía una inscripción con una fecha en números romanos donde parecía leerse el año de 1539. Tiene cuatro brazos salientes y el remate final con numerosos adornos geométricos, florales y figurados de difícil interpretación por la erosión de la piedra.

La evolución de los siglos XVI a XVIII

Cabezarados quedó incluida en 1563 en la Rinconada de Almodóvar, pero su concejo reclamó la independencia mediante el pago de un Servicio a la Hacienda Real y ya en 1602 Cabezarados no formaba parte de la jurisdicción de Almodóvar. En 1720 que es probablemente año de una Visita General, se le asignan 20 vecinos; y la otra del Catastro de Ensenada, de 1753, le asigna 34. En 1826 Cabezarados tenía 69 vecinos y 317 habitantes; 56 casas con 8 de mediana capacidad; parroquia, 2 posadas medianas y pósito, situado en la calzada que conduce desde Ciudad Real a Puebla de Alcocer y a Badajoz.

La iglesia de San Juan Bautista alberga las imágenes del patrón, San Pantaleón, y de la patrona Nuestra Señora. de Finibusterrae, así como numerosas imágenes de culto. Junto al pueblo, al Norte, hay una fuente del siglo XV que en un principio servía de abrevadero para el ganado, pero que terminó destinándose al uso de todos los vecinos, tanto para su abastecimiento diario de agua como lugar de lavadero. El Pilar ahora con un entorno verde conserva la fuerza de las piedras del perímetro de la zona de estanque y la pieza de donde mana el agua con su geometría rotunda y proporcionada. Una pieza de arquitectura hidráulica de especial interés por su construcción, sus proporciones y las formas del conjunto.

Minas de san Quintín

Muy cerca de Cabezarados, aunque pertenecen a Villamayor de Calatrava, están las minas de san Quintín que comenzaron su actividad a principios del siglo XIX. En 1891 llegó a tener 1406 habitantes, cifra que fue disminuyendo poco a poco hasta que en el año del cierre eran solamente 148 los que aún permanecían en él. A principios del siglo XX vivían en el poblado hasta 8 ingenieros, siendo la población activa total de 120 personas.

En 1920, se había reducido a 320 personas, de las que 163 eran mineros. San Quintín dispuso de médico, farmacéutico, maestro (la escuela perteneció a la compañía), guardia civil e incluso sacerdote. En 1925 se instalaría el alumbrado público. En la actualidad quedan las ruinas de una actividad industrial conservando la memoria del trabajo de cientos de personas. Un espacio lleno de recuerdos y cuyas ruinas son un testimonio del desarrollo minero de nuestra provincia en los comienzos del siglo XX.

 

 

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