La pregunta que nos podemos plantear ante un problema de adicción, si lo padecemos en nuestra familia, es el siguiente… cómo podemos actuar frente a la sospecha de que un familiar o amigo íntimo es una persona que padece un problema de adicción al alcohol?. En primer lugar es afrontarlo, normalizarlo y reconocerlo.
Nosotros, por supuesto que sí, pero el problema es que la persona que lo esté padeciendo sea capaz de reconocer lo que le está sucediendo. El asunto es muy importante, propiamente dicho, dado que el alcohol está siempre presente como emergente sociocultural en cada uno de nosotros. Convive de manera atemporal e incluso está bien visto.
Hasta que la persona no se ve metida en el problema, es decir, reconoce directamente que tiene un problema, no parará de consumirlo. La sociedad no le pone ningún veto, está totalmente aceptado. Sin embargo, la dinámica sigue su curso y los síntomas son cada vez más reveladores.
Entonces es cuando aparece el distanciamiento con los demás y lo que antes era maravilloso, el poder relacionarse con los demás, las buenas sensaciones, etc, cambia radicalmente. Todo se vuelve negro, la gente nos da de lado y no afrontamos los problemas del día a día. Estos síntomas van a peor cuando la persona afectada no sabe que le pasa, pero no puede olvidarse de la sustancia y de la necesidad de tomar algo que tenga alcohol, que puede ser cualquier cosa, irremediablemente para satisfacer su apetencia diaria. Tomar conciencia es muy importante.
Si te están ayudando mejor que mejor. Es importante que te olvides de lo mal que estás, por lo que te tienes que tratar y no dejar más tiempo pasar. Es fundamental pedir orientación a los profesionales adecuados para que te ayuden a superar la necesidad de consumir y vencer la dependencia física y psicológica que se ha establecido entre tu persona y la sustancia. Este es el momento en el que todo depende de tí y de tu terapéuta/s para conseguir tu objetivo.
Finalmente, el dejarse ayudar es muy importante y apoyarte en tu familia y amigos que merezcan de tu confianza. Con esta ayuda lo vas a vencer. Moraleja: No todo vale, aunque la sociedad te lo permita…