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Mariano y La Pepa

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Los políticos, gente notable, y famosos en general gustan de definir sus actuaciones como históricas y compararse con celebridades o acontecimientos de otras épocas para relacionar así sus actuaciones con aquellos mitos que tenemos en la memoria colectiva. Las hazañas del Cid, la resistencia de Numancia y otros acontecimientos similares han sido referentes de comportamientos heroicos y ejemplares.

Hace unos días se celebraba en Cádiz con asistencia del rey y de numerosos miembros del gobierno el centenario de la Constitución de Cádiz, de aquella que nos hizo ciudadanos en lugar de vasallos del rey, que empezó a dar sentido al término patriota y que comenzó a definir libertades para todos los españoles.

Y con ese motivo el Presidente del Gobierno nos decía: “Los gaditanos nos enseñaron que en tiempo de crisis no solo hay que hacer reformas sino que también hay que tener valentía para hacerlas”. Rajoy echaba mano de la Constitución de Cádiz para justificar las reformas adoptadas por su Ejecutivo. “El cambio es la reforma”, decía Rajoy en el acto central de las celebraciones de La Pepa, en sus palabras “una de las mayores aportaciones a la cultura política universal”. Algunos querían ver incluso una comparación con la campaña electoral de su partido en Andalucía y usos partiditas de actos institucionales. “Nos convoca la celebración de unos patriotas”, que debatieron y redactaron el texto de la Ley Fundamental en “una Europa sumida en una profunda crisis, un país ocupado y una ciudad asediada”. Por esto, insistía el presidente “todos unidos tenemos que ser los dueños de nuestro destino”.

El rey apelaba al espíritu de la Constitución, en el oratorio de San Felipe de Neri, para afrontar las dificultades. En aquella ocasión se afrontaron con la voluntad de reconocer derechos a los ciudadanos, con el reconocimiento de libertades como la de prensa. Los españoles recibían aquella propuesta con alegría sabiendo que mejoraban sus vidas La constitución establecía la soberanía en la Nación (ya no en el rey), la monarquía constitucional, la separación de poderes,[][] la limitación de los poderes del rey, el sufragio universal masculino indirecto, la libertad de imprenta, la libertad de industria, el derecho de propiedad o la abolición de los señoríos, entre otras cuestiones aunque algunos como los derechos de la mujer todavía no se recogían.

           

 Pero eran reformas que avanzaban por el camino de la libertad, de la mejora de la situación de los españoles. Que Mariano Rajoy quiera comparar estas reformas con las suyas resulta irónico cuando menos. No me imagino a los ciudadanos de Cádiz siguiendo a Montoro gritando ¿Viva el déficit cero?, ni a los vecinos de cualquier lugar de España detrás de Guindos gritando ¡Viva el despido libre¡ o siguiendo a Soraya y a Mariano gritando ¡Más recortes por favor¡.  Reformas las necesarias, pero a mejor no a peor.

            La historia está ya muy manipulada y necesitada de lecturas objetivas y serias. La imagen de Teófila Martínez simbolizando la Constitución es realmente impactante. Sigue siendo recomendable leer a Alvarez Junco y su Mater Dolorosa para entender esta etapa de la historia de España. Pero no conviene jugar con las palabras para reclamar justo lo contrario de lo que decimos.

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