No “era una tarde abril”, aunque casi; ni “con tiempo de primavera”, al menos del habitual soleado, porque llovía; pero desde la calle María Zambrano se puso a todo volumen este martes a las ocho a Medina Azahara y buena parte de esta vía así como de la Avenida de la Mancha coreó “Necesito respirar, descubrir el aire fresco, y decir cada mañana, que soy libre como el viento”.
Las calles enmudecidas ya tres semanas, sin apenas un alma, circulación ni ruido, se transforman cada día escasos minutos antes de las ocho con unos aplausos de avanzadilla que llaman a muchos otros a asomarse a ventanas y balcones en una irrupción de vida y solidaridad vecinal como muestra de agradecimiento a todos los profesionales que están trabajando para que las medidas de aislamiento en el hogar surtan efecto y atajar la pandemia.
Abuelos y nietos, madres e hijas y primos y tías tanto de la calle María Zambrano como de las otras que también confluyen en la Avenida de la Mancha como Sara Montiel, Emilia Pardo Bazán y Miguel Ángel Blanco abren sus ventanas para aplaudir con efusivo entusiasmo a los sanitarios y darse, a su vez, ánimo para continuar con entereza confinados en el refugio del hogar.
Dos canciones que infunden optimismo y positividad como ‘Resistiré’, del Dúo Dinámico, y ‘Bamboleo’, de los Gipsy Kings, hicieron de ‘bises’ tras los aplausos desde los bloques de María Zambrano, y en la Avenida de la Mancha también se siguió con las palmas el ritmo y se cantó ‘¡Qué viva España!’, de Manolo Escobar, ‘pinchado’ y vitoreado desde la Ronda de Ciruela desde el edificio del ‘quesito’.
Bastantes vecinos, así mismo, de la calle Tinte, como los que residen en el tramo próximo a la Plaza de la Provincia, se sumaron a este aplauso de reconocimiento a quienes está dando todo su esfuerzo para salvar vidas en los hospitales.
