Ángela Paloma describe el impacto en la vida real del talento que emigra por falta de oportunidades

“Las principales víctimas de la crisis económica que empezó hace más de diez años son las mujeres”, destacó la escritora Ángela Paloma, que indicó que, según datos de 2017, cerca de 60.000 mujeres más que hombres partieron de España hacia otras latitudes para desarrollarse profesionalmente.

El impacto en la realidad, tanto en sus vidas como en las de sus familias, de este joven talento que emigra se halla en la novela ‘A Praga desde la mitad del mundo”, de la autora puertollanera, en cuya portada aparece una foto rota que representa la doble vida, por un lado, del que se marcha en otro país y, por otro, de los que quedan en el lugar de origen al que siempre se quiere volver.

No obstante, la incertidumbre y la desesperanza que alentó la partida estos años de numerosos jóvenes españoles a otras latitudes, hacen que muchos opten también por quedarse en los países a los que decidieron irse, expuso Ángela Paloma, que presentó este miércoles la novela en el antiguo Convento de la Merced y resaltó que, a diferencia del movimiento migratorio español al extranjero de los años 50 y 60 protagonizado fundamentalmente por hombres para trabajos en muchos casos de no excesiva cualificación, en esta nueva emigración son principalmente mujeres, muchas de ellas licenciadas y doctoras, las que hacen las maletas al terminar sus carreras o estudios puesto que no encuentran en España oportunidades laborales.

La escritora y periodista manchega, que lleva a su novela experiencias que ha conocido de otros jóvenes en diversos países y que, por ejemplo, vivió en una residencia en Londres con más de treinta mujeres españolas que buscaban en tierras británicas las oportunidades profesionales que no hallaban en su país, decidió escribir ‘A Praga desde la mitad del mundo’ por dos motivos. El primero, porque, debido a esas estancias en el extranjero, sentía que a su familia le “debía mucho tiempo” de estar en casa y “tenía que devolvérselo contando las experiencias que estaba viviendo”; y el segundo porque los emigrantes españoles “estábamos muy abandonados por las instituciones públicas y creo que merecían un protagonismo principal”.

Tiene un relevante peso en la novela Ecuador por la propia experiencia de Ángela Paloma en este país en los años 2015 y 2016, en los que hubo la irrupción de dos volcanes, un terremoto, la crisis del petróleo y elecciones aquí y allí. Pese a todo ello, muchos de los españoles “decidieron seguir viviendo allí en vez de regresar a España”, comentó la autora de ‘A Praga desde la mitad del mundo”, una novela epistolar en la que Gabriela Abad, una joven periodista que emigra a tierras ecuatorianas en plena crisis económica española, narra sus vivencias en forma de carta a su sobrina María de tres años.

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Bienvenida Pérez y Carmen Pimienta, junto a Ángela Paloma y Araceli Martínez / A. R.

Desde la verosimilitud periodística y también desde una literatura que tiene entre sus referentes a los grandes escritores latinoamericanos, describe “una realidad en un momento puntual en España y Latinoamérica” en la que aparecen historias de personas que ha conocido y con las que mantiene amistad y que, en su conjunto, es una “invitación a vivir” en estos momentos en los que “estamos muy acostumbrados a sobrevivir. Nos hemos conformado con lo que se nos ha dado y mucha gente no sabe realmente en qué está gastando su tiempo”.

Su propuesta en esta novela es la de contar la realidad, expuso la autora, que indicó que “somos felices en tanto en cuanto nos dejen hacer aquello que queremos hacer de verdad con toda la pasión del mundo, pero lamentablemente no siempre es así. Muchos españoles que se marchan acaban haciendo algo que no quieren y no les gusta por el simple mero hecho de tener una oportunidad laboral. Y al final sólo el dinero no basta, no lo es todo, necesitas algo tan importante como la sensibilidad, el cariño o el amor de una familia. Por eso muchas personas acabamos volviendo”.

Cartas a su sobrina

En la puesta de largo de ‘A Praga desde la mitad del mundo’, asistió la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Araceli Martínez, que resaltó que en el libro se expone, desde diversas perspectivas, cuál es la situación de las mujeres y su relación con el entorno laboral, social, económico, político, familiar e incluso de salud. Pero “no es una novela que sólo habla de mujeres”, sino que también habla de “las relacionales internacionales y las oleadas migratorias que van llevando y trayendo valores, personas, sueños y esperanzas”.

Así mismo, en la relación entre la protagonista y su sobrina se percibe “la lucha encadenada por la igualdad que establecemos las mujeres a lo largo de la historia”. En ese hilo entre Gabriela y María, la sobrina es depositaria de los sueños, expectativas y culpas de su tía que le hacen, así mismo, “avanzar y dar un paso más”, en sintonía con la afirmación de Amelia Valcárcel de que “la lucha por la igualdad no deja de ser un brazo entrelazado de una mujer con otras” en la consecución de los objetivos de igualdad, justicia y una sociedad con mayor calidad democrática.

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