Las previsiones de precipitaciones determinaron la Cabalgata de Reyes, que adelantó su horario de salida e hizo que muchos acudieran con paraguas por si llegaban antes de lo estimado algunas nubes cargadas de agua. Algunos aprovecharon los paraguas, como si fueran para recoger aceituna, y, sujetados con la copa hacia abajo, aumentar su campo de recepción de caramelos.
No obstante, con más de 5.000 kilos de caramelos repartidos a lo largo del recorrido por todos los integrantes del desfile, la pedrea tocó a todos. Con los bolsillos llenos se fueron la mayoría de los muchachos, hubo quienes se valieron de bolsas para agrupar lo obtenido y a quienes les cayeron hasta en la capucha del anorak o abrigo.
Padres y abuelos demostraron tanta rapidez de manos como los pequeños en la recolección a la velocidad de la luz de caramelos cuando éstos caían en el suelo y el dulce obsequio acentuó la ilusión que sembraron los Magos de Oriente en su recorrido, primero con la luz del día y después ya de noche, por las calles de la ciudad.
El pasacalles infantil ‘Ilusión equina’ con tres caballos de fantasía y dos bailarinas, cuyos sugerentes movimientos ambientó un violinista, abrió el cortejo, seguido de las doncellas de la Asociación de Dulcineas y Damas Manchegas, y un tren infantil de época con dos vagones repletos de juveniles pasajeros que lanzaron sin parar caramelos a todos los presentes. Emoción y adrenalina aportaron los sesenta aladinos rodantes de Sportia con saltos, piruetas, acrobacias y coreografías al ritmo de la música de energía volcánica de la manzanareña Batucada Crash!, que acudió con 24 personas para poner esencias de Brasil y funk al desfile.
También al compás de su estimulante percusión se movieron los miembros de Guirigay con su fantástico pasacalles ‘Steampower’, basado en la literatura de Julio Verne y con una estética retrofuturista. Malabares, monociclos y bicicletas con una rueda grande y otra pequeña se pudieron ver en una puesta en escena que contó además con una original máquina -‘La invencible’- de la que salían pompas de jabón.
Cargados de caramelos en los carritos de mano, seis motos y dos furgonetas se sumaron, a su vez, a la cabalgata los carteros de Correos, grandes colaboradores de los Reyes Magos al hacerles llegar las misivas de todos los que les envían sus deseos para este 6 de enero; el Cartero Real fue transportado en un carruaje tirado por dos mulas; y en dos carrozas infantiles, ataviados con trajes para la ocasión, muchos niños participaron en el reparto de ilusión a todos los chavales de la ciudad.
Tampoco faltó el pasacalles infantil de la Asociación de Coros y Danzas Nuestra Señora del Prado que trajo a múltiples personajes Disney como Mickey y Minnie y Donald y Daisy, así como de cuentos como Blancanieves y los Siete Enanitos, la Cenicienta, Aladino y la Bella y la Bestia, además de estrenar pasajes del Mago de Oz y Frozen, incluida una recreación del castillo de hielo.
Precedido de una corte vestida con túnica verde, cordón rojo y capa blanca, así como pañuelo árabe en la cabeza multicolor, avanzó la carroza inspirada en bolas decorativas navideñas de Melchor, respaldado por el ameno y festivo repertorio que interpretó la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Prado-La Pasión, con sus integrantes, llegados también al menos desde Oriente Medio, con túnicas azules y negras. Un estilo más egipcio en el pañuelo de la cabeza presentó la corte, portando lanzas con cintas de colores, de Gaspar, transportado en su carroza tirada por estrellas e impulsada por la alegre selección de temas -sobre todo villancicos- que tocó la Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva, parte de cuyos miembros lucieron túnicas moradas y blancas y otros rojiblancas. El dorado y morado, por su parte, destacó en las vestimentas de la corte, que llevó lanzas y antorchas, de Baltasar, el más joven aparentemente de los tres Magos de Oriente, subido en una carroza verdirroja que recreó una elegante jaima.
Numerosos niños con sus padres y abuelos, tanto de Ciudad Real como de otras localidades, siguieron la Cabalgata realizada por los Magos de Oriente hasta la conexión de las calles Ruiz Morote con Paloma en carrozas, de las que se bajaron para transitar a pie Carlos Vázquez hasta el Ayuntamiento donde les recibió, en nombre de la Corporación Municipal, la alcaldesa, Pilar Zamora.
La primer edil entregó a sus Majestades un baúl con las misivas recogidas en la ciudad por los carteros reales, destacó que Ciudad Real es una ciudad solidaria que se acuerda de los niños que más lo necesitan y animó a los chavales a que disfruten de estas mágicas fiestas y se acuesten pronto esta noche, no sin antes dejar algo de comer y beber para que los Reyes Magos y sus camellos repongan fuerzas, para levantarse ilusionados el Día de Reyes y encontrarse con los regalos que desean.
Melchor destacó que la alegría, ilusión y ganas de ser felices de los niños hacen posible esta noche de magia de Reyes, Gaspar deseó a todos paz, concordia y amor y animó a los niños a querer mucho a sus padres y abuelos, y Baltasar resaltó el enorme placer y auténtico regalo que han sido para ellos, tras el largo viaje hasta llegar a Ciudad Real, las caras de ilusión de los niños con las que les recibieron. Junto a miembros de la Corporación Municipal, los Reyes Magos saludaron, junto al edificio del Ayuntamiento y desde el balcón de la Casa Consistorial, a los numerosos niños y padres que se congregaron en la Plaza Mayor.