En el lugar en el que tantas veces hincó la rodilla, en el Quijote Arena, el FC Barcelona se llevó el primer título de la temporada, la Supercopa de España. Para Ciudad Real fue el reencuentro con la Asobal, con un nivel de balonmano que se añora. Lo mejor para la localidad fue la respuesta del público, que no llenó el Quijote Arena, pero casi, para ver, entre otros, a Viran Morros y Sánchez Migallón, que regresaban a su “casa”, cada uno con una camiseta. El choque ofreció, además, la posibilidad de disfrutar con esas jugadas que ya no se ven por aquí: la potencia de lanzamiento de la primera línea catalana, el brazo de Montoro, las soberbias actuaciones de Gonzalo Pérez de Vargas y Krupa… ¡Ay!, esas cosas que tanto se anhelan…
El partido tuvo, ciertamente, poca historia. Lo difícil para un Barça que no tiene rival en España, debe de ser encontrar la motivación para pasar el trámite antes de levantar la copa de turno, tanta es su superioridad. Especialmente en lo físico, aspecto en el que los balugrana son más altos, más fuertes y más rápidos, como el lema olímpico.
Los culés tardaron apenas cinco minutos en empezar a marcar el terreno. Mem, N’Guessan, Víctor Tomás y compañía se encargaron de amasar la primera renta, un 7-3 que obligó a Jota a pedir tiempo muerto. A pesar de una tímida reacción, nada cambió y el Barça, con algún altibajo y muchos cambios, siguió a lo suyo, hasta obtener una renta máxima de ocho goles (17-9). Antes del descanso, con el tiempo a cero, Montoro anotó un golazo de falta para dejar el electrónico en 17-11.
No hacía falta., pero por si acaso, en la segunda parte el FC Barcelona quiso asegurar el título, así que no levantó el pie del acelerador y la ventaja se disparó a los diez tantos (24-14), lo que obligó de nuevo a Jota a pedir tiempo muerto. Y esta vez sí que surtió efecto de verdad. El Logroño encadenó cinco tantos para reducir a la mitad la desventaja (24-19). El que pidió entonces tiempo muerto fue Xavi Pascual y su equipo respondió con dos tantos. El choque volvió a su ser, es decir, a correr a favor del Barça, que se llevó un título donde tantos otros había perdido, en el Quijote Arena.
FC Barcelona Lassa: Gonzalo Pérez de Vargas, Víctor Tomás (4), Raúl Entrerríos (3), Valero Rivera (4, 2p), N’Guessan (7), Syprazk (2) y Mem (4)- siete inicial- Ristovski, Sorhaindo, Ariño, Alexis Hernández (1), Dolenec (1), Viran Morros, Áleix Gómez (1) y Jallouz (2).
BM Logroño La Rioja: Krupa, Sánchez Migallón (1), Rocha, (1) Garabaya (1), Kukic (2), Paredes, Del Arco (2) y Garciandia (3)- siete inicial- Gurutz Aguinagalde, Montoro (5), Kusan (5), Juan Castro (2), Muñoz (2), Ángel Fernández (1) y Cadarso.
Parciales cada cinco minutos: 3-2, 7-4, 10-7, 13-9, 16-9, 17-11, descanso, 19-12, 22-13, 24-25, 26-20, 30-23, 31-25 y final.
Árbitros: Álvarez Mata y Bustamante López. Excluyeron dos minutos a los jugadores del FC Barcelona Mem.
Incidencias: Partido de la Supercopa de España disputado en el Quijote Arena ante unos 4.000 espectadores. El saque de honor lo realizó el exjugador del BM Alarcos Jesús Herrero. El BM Logroño le hizo el pasillo al FC Barcelona por sus títulos de Liga y Copa. Entre otras autoriades, en el palco estuvo el presidente del CSD, José Ramón Lete.
