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La Morena del Prado, de nuevo, más cerca del pueblo

virgen del prado JJ 06

La catedral de Ciudad Real vivirá el emocionante momento de cada nueve de agosto / J.Jurado

Novecientos treinta años se cumplían el pasado veinticinco de mayo -festividad de San Urbano- del tamaño acontecer de la aparición de Santa María, Virgen, a partir de entonces venerada como “Santa María del Prado”, en el lugar de Pozuelo Seco, apellidado más tarde de Don Gil, que hoy podríamos ubicar en las inmediaciones de la Plaza del Pilar de nuestra capital. Casi mil años, ¡sólo faltan setenta para ello!, hace que Ciudad Real -antes Villa Real- la tiene como Patrona, y de nuevo hoy, nueve de agosto de 2018, víspera de San Lorenzo y a la puesta del sol -aunque sea una verdad más poética que cierta- la Señora del Prado, María Santísima, bajo tan hermosa advocación será colocada en su trono junto al presbiterio de nuestro templo catedralicio.

Será un tiempo -hasta pasada la octava de las fiestas que en su honor comenzarán a celebrarse dentro de unas fechas- propicio para la oración sencilla y sincera, cual la de aquellos moradores de la antiquísima aldea; para el alborozo, tal que el de los labradores que la habitaban en las postrimerías del siglo XI; para la súplica, el agradecimiento, el fervor profundamente manifestado,… de los hijos hacia la Madre. Y no es que no lo hagamos -que lo hacemos- durante el año pero es que ahora está la Virgen más cerca. Será un tiempo, también, de audiencia especial con los enfermos, en la tarde del próximo lunes; con las familias que viven habitualmente en otros puntos de la geografía provincial, nacional o internacional, y que ahora aprovechan para volver a su “patria chica”; con el pueblo en general, en las tardes-noches de los días 15 y 22, mediante sendos desfiles procesionales;…

Hoy, al caer de la tarde, voltearán las campanas catedralicias, nos sorprenderá el estruendo de los cohetes,… se abrirán las puertas del recinto sagrado y se respirará, especialmente en torno al templo, una atmósfera de amor filial, de gozo, de expectación, de lágrimas de emoción,… a cuya forja contribuiremos todos: niños, jóvenes, adultos,… Y es que hoy, de nuevo, es víspera de San Lorenzo.

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