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Los empresarios de Ciudad Real ven el ‘suspenso’ como una “injusticia” para la España ‘olvidada’

hosteleria cerrada JJ 5

La situación es dramática para los empresarios de Ciudad Real en general, pero sobre todo en las últimas horas para los del sector de la hostelería, tras conocer que la provincia no podrá pasar a la fase 1 de desescalada por COVID-19 el próximo lunes.

Ha supuesto que “todos los preparativos” para mantener la seguridad de los clientes y “la ilusión” que los titulares de los negocios de restauración y del pequeño comercio, “se hayan ido al traste”, lamenta el presidente de la Federación Empresarial de Ciudad Real (FECIR), Carlos Marín.

Habrá que esperar una semana más para ver la instalación de las terrazas de los bares, la reapertura del pequeño comercio o incluso la recuperación de los servicios en las iglesias.

La decisión, para el líder empresarial, es “una injusticia” para la “España yo no vaciada, sino para la España olvidada”, ya que “Ciudad Real no es Madrid, hay mucha distancia entre los pueblos y hemos extremado las medidas de seguridad en todos los sentidos”.

Así, el máximo portavoz de la patronal ciudarrealeña ha cuestionado los criterios técnicos y se ha preguntado por los perfiles de quienes diseñan las estrategias, porque “si bien es verdad que la provincia ha tenido una alta tasa de incidencia”, también “hay más gente inmunizada”.

Para cafeterías, bares y restaurantes “ha sido un jarro de agua fría”, ha sostenido Marína, porque “están económicamente muertos”, y es “muy difícil de sobrevivir sólo con comida a domicilio”. “La situación es desesperada”, ha remachado.

Igualmente, para el pequeño comercio, como el textil, el retraso “es un problemón”, por la competencia que tienen con las ventas electrónicas, y por ello ha instado a las administraciones “a tratar a todos por igual” y a “cuidarlo para que no caiga”.

A juicio de Marín, decenas de pymes, microymes y autónomos de la provincia de Ciudad Real “tienen un serio problema” porque en conjunto a la provincia y a la región de Castilla-La Mancha “no se las ha tratado con el mismo rasero”.

La reapertura para la mayoría de negocios, sobre todo de la hostelería, supondría que “pudieran cubrir entre el 20 o el 30 por ciento de los costes”.

Mientras tanto, servicios esenciales, industria, construcción y otros negocios como peluquerías siguen trabajando “con limitaciones”.

Fecir ha participado en las diferentes reuniones con el Ayuntamiento de Ciudad Real para diseñar la desescalada, así como participará en la distribución de 2.000 mascarillas entre el comercio local donadas por el Consistorio, además de viseras protectoras enviadas por la  Diputación elaboradas por el Centro Nacional del Hidrógeno.

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