A.C.C., el hombre de 63 años que el jueves se disparó en la cabeza en el patio de la casa de la urbanización Los Girasoles de Ciudad Real, intentó hacerlo delante de la mujer, de la que se estaba separando, pero no lo consiguió porque no le abrieron.
La información preliminar de la investigación de la Policía Nacional concluye que accedió a la vivienda armado con su escopeta de caza, primero al patio y una vez allí tocó al timbre de la casa, no le abrieron y se descerrajó un tiro en la cabeza en el mismo rellano. Se cree que quería hacerlo delante de su esposa y pero se ha descartado que tuviera intención de herirla.
En este caso no hay denuncias previas por malos tratos ni violencia familiar, solo una separación traumática tras muchos años de convivencia que ha llegado a un extremo que nadie podía prever. Sobre todo la forma en la que el fallecido planeó su propia muerte, a plena luz del día y para que lo viera la mujer, que se encontraba en el interior de la casa.
El disparo, sobre las doce de la mañana de ayer, en un chalé de la calle Cruz de los Casados de esta urbanización se sintió desde el hotel Parque Real.
Avisó la familia
Fueron los propios familiares los que avisaron a la policía diciendo que se había producido “un disparo con arma de caza”. Desde la comisaría desplazaron primero una patrulla de Seguridad Ciudadana y después agentes de las policías judicial y científica para aclarar las circunstancias de la muerte, además de la comisión judicial para el levantamiento del cadáver.
La familia del fallecido lo despedirá esta tarde en una ceremonia que se celebrará en el tanatorio Ciudad Real.