El impacto fue brutal cuando vio las imágenes que han rodado por todas las cadenas de televisión españolas. “Pensé en qué iban a decir mi pareja, mis padres y mis amigos cuando lo vieran. Iban a decir que estaba loco”.
Luis Muñoz, agente de la Policía Nacional de Carrión de Calatrava de 31 años, saltó sin pensarlo a las vías de la estación de Cercanías de Embajadores en Madrid para salvar a un hombre de ser arrollado por un convoy tras precipitarse desde el andén.
“El hombre volvió a nacer y yo también, porque puse en riesgo mi vida”, explica Luis en declaraciones a Lanza. De paisano nunca había realizado una intervención más allá de algún robo o alguna atención “más liviana”.
El lunes pasó a formar parte de la lista de héroes del Cercanías, pero la cotidianidad ha vuelto a su vida, si es posible para un policía. Entre turnos, cuenta a este medio algunos de los detalles del suceso.
“Solté mi mochila, guardé el móvil y salté a las vías”
A las diez y media había terminado su servicio de tarde en radio patrullas del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) en el distrito centro de Madrid, donde trabaja desde hace cuatro años. Salió de la comisaría y fue a Embajadores a coger el Cercanías.
“Cuando accedí al andén todo fue muy rápido. Me dispuse a esperar el tren y justo vi que una persona que estaba merodeando por el andén contrario cayó de espaldas a las vías. Sin pensarlo solté mi mochila, guardé el móvil porque estaba hablando con mi pareja y salté”, cuenta.
Luis Muñoz cruzó los raíles y cuando llegó se encontró a un hombre “aturdido y semiinconsciente”. Pensó en levantarlo a pulso y sacarlo al andén, pero no había tiempo. “La gente empezó a gritar y sonaba el ruido del tren acercándose. Teníamos el tren encima, a escasos metros”, explica.
Salvado por el hueco entre el coche y el andén
Por suerte tuvo “un momento de lucidez”. Decidió colocar al hombre en el hueco que queda entre el andén y la vía, por donde va el cableado, el mismo al que se refiere la megafonía cuando suena: ‘No introduzca el pie entre coche y andén’.
Colocado el hombre en lugar “seguro”, Luis Muñoz salió fuera al andén y cuando paró el tren lo rescató, por el hueco de apenas medio metro que quedaba.
“Tenía una herida grande en la cabeza como consecuencia de la caída y sangraba bastante. Así que empecé a asistirlo, avisé a los compañeros de Policía del turno de noche y al Samur”. El hombre al final fue trasladado al hospital, tras ser arrestado por desorden público.
“A diario tenemos intervenciones de este calibre”
Dice Luis Muñoz que “las calles de Madrid te enseñan: ves cosas malas y buenas”. La capital de España fue su primer destino en la Policía Nacional. Allí hizo las prácticas y juró el cargo. Empezó en un grupo de investigación, pero pronto solicitó unirse a los radio patrulla.
Al carrionero lo que le llama de la Policía es “estar en la calle, el servicio al ciudadano”, confiesa. Y en Madrid se aburre poco. “El centro es un distrito con mucho trabajo y a diario tenemos intervenciones de este calibre”, confiesa.
Robos con violencia, peleas, gente ebria y lamentablemente episodios de violencia de género, forman parte de su día a día. Eso sí, avisa que “en el sitio más tranquilo, como puede ser Ciudad Real, en cualquier momento puede pasar algo con mucha trascendencia”.
De momento no se plantea volver a su tierra a nivel profesional, sino que fija su próximo destino en Málaga. Eso sí, la vinculación con su tierra es muy fuerte. Siempre vuelve en fiestas, en verano y un par de veces al mes.
Allí siguen su familia y sus mejores amigos, que le esperan con ansias para escuchar en primera persona el suceso. Tres días después de verse frente a frente con el tren confiesa que “lo volvería a hacer”.