Javier Fernández, siete veces campeón de Europa de patinaje: “sin esfuerzo y sin trabajo en equipo no hay éxito”

Esfuerzo, constancia, sacrificio, trabajo en equipo y retos accesibles. Son los valores que han vertebrado durante 22 años la exitosa carrera de Javier Fernández López (Madrid, 1991), campeón del mundo de patinaje sobre hielo y siete veces número 1 de Europa.

Hoy, el patinador olímpico ha triunfado en Ciudad Real no desde las pistas, sino sobre la tarima de la Cámara de Comercio, donde ha impartido una ponencia en el marco del VIII Foro de Emprendedores. Fernández ha atraído la atención mediática y la de 200 empresarios y autónomos, que han escuchado cómo afrontó sus difíciles inicios en un deporte minoritario en España, cómo venció los obstáculos con superación, y cómo convirtió los reveses en un aprendizaje para el éxito.

Son los mismos principios, según ha dicho, que desde hace tres años está aplicando en su faceta en el mundo del emprendimiento como promotor de espectáculos, pues sólo así se puede sobrevivir en los entornos más competitivos.

“En todos los ámbitos, ha abundado, de la vida pueden aprenderse cosas nuevas, con dedicación, esfuerzo, y motivación para trabajar y ser feliz, y también para hacer crecer a las empresas con tu aportación personal”.

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El popular patinador ha visitado Ciudad Real / Clara Manzano

El esfuerzo

El éxito, según ha expuesto el popular patinador, empieza por el esfuerzo, sobre todo en unos comienzos como los suyos, llenos de ausencias y renuncias. “Tuve que dejar de lado muchas cosas, como mi familia”. Precisamente, se adentró en la dura disciplina del patinaje por su hermana (ahora jueza internacional), quien a pesar de haber empezado antes que él, tuvo que abandonar para que sus padres pudieran financiar la carrera internacional de Javier.

El deportista supo responder a esta apuesta “con disciplina y esfuerzo continuado”, incluso en los momentos más grises de caídas y contratiempos, que también le sirvieron en positivo como escuela de aprendizaje.

Fernández, ya retirado de la competición, afrontó su primer reto con solo 17 años cuando lo fichó “de hoy para hoy” el reputado técnico ruso Nikolai Morórov y se lo llevó a EEUU. “No sabía inglés, me tenían que dar las órdenes por señas”, ha relatado. Poco más de un año después vivió otro cambio, ésta vez en Moscú, donde también tuvo que adaptarse a mundo desconocido a miles de kilómetros de su casa.

Pero fue posteriormente en Toronto cuando, de la mano de Brian Orser, creció en su carrera y empezó a conquistar títulos y oropeles por las pistas de medio mundo. Fernández se consolidó en el circuito ISU Grand Prix, el mejor a nivel internacional.

El equipo

En esa época “me esforcé para conseguir las metas, y aprendí de un equipo que me supo enseñar”. Porque “sin equipo no hay éxito”, ha sentenciado. A su juicio, las personas, tanto en la vida personal como en el terreno profesional, han de ser “cercanas y amables” y han de trabajar con sus colaboradores y “transmitir las ganas de continuar creciendo”.

Todo este bagaje es el que le ha servido para alcanzar el desafío personal “de ser un gran patinador”. “Los sueños pueden ser realidad” a través de “metas alcanzables” y exigencias asumibles. “A veces, ha advertido, nos obcecamos con retos imposibles que nos hacen sufrir”, mientras que el camino, según su experiencia, es una planificación con escalones que “poco a poco, día a día”, hagan más fácil el ascenso y “que nos hagan disfrutar”.

Ahora, tal y como ha demostrado, estas herramientas están apuntalando “mi futuro”.

Extenso currículim

El popular patinador tiene un currículum extensísimo, con grandes títulos como el de Campeón del Mundo en 2015 y 2016, siete veces campeón de Europa del 2013 al 2019, además de atesorar la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo y la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid.

También participó en los Juegos Olímpicos de 2010, 2014 y 2018, haciéndose en esta última con la medalla de bronce.

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