“Nosotros conocíamos este protocolo antifraude académico antes de ser aprobado” en el consejo de gobierno que celebró la UCLM el pasado 15 de julio y “consideramos positiva su puesta en marcha; que lo estudiantes sepan lo que es bueno y lo que no se puede hacer”, explica Óscar Sánchez, delegado de Estudiantes de la UCLM, a este digital al ser preguntado por su valoración sobre este documento que la UCLM podrá en marcha el próximo curso 2021-22.
Principios, valores y criterios
Este documento busca prevenir y corregir la mala praxis en las evaluaciones del aprendizaje y pretende ser una herramienta para dar a conocer a la comunidad universitaria los principios, valores y criterios que regirán las evaluaciones y las consecuencias que puede acarreaar su incumplimiento. Según informaba la Universidad en su web, este protocolo recoge a modo de ejemplo y con carácter no limitativo, las conductas que pueden considerarse fraudulentas y las sanciones que conlleva.
El representante del colectivo estudiantil, de su lado, considera “fundamental” poner en marcha una parte formativa para los estudiantes de nuevo ingreso con la finalidad de que conozcan lo que es un plagio y así pueden utilizar un documento de la forma adecuada. “Por lo general, estos estudiantes que no saben citar o desconocen lo que son estas prácticas anti-éticas y yerran por desconocimiento, no de forma intencionada”, aclara a este digital.
Prudencia en las sanciones
En este sentido, y en referencia a las sanciones, pidió prudencia en su aplicación, sobre todo en lo referido a la anulación de matrículas o las copias de exámenes. No obstante, el colectivo de estudiantes considera que es positiva la existencia de este protocolo y que los estudiantes “sepan ·lo que es bueno y lo que no se puede hacer”.
El documento aprobado en el último consejo de Gobierno de la UCLM expone las medidas y procedimientos que debe seguir el profesorado en la vigilancia, realización y corrección de pruebas de evaluación y trabajos ante la posible comisión de prácticas fraudulentas.
Según informó la vicerrectora de Estudiantes, la finalidad de este documento es que los estudiantes conozcan y sean conscientes de las consecuencias de una actuación fraudulenta.
La UCLM entregará a los estudiantes este protocolo al inicio de curso y deberán comprometerse a no utilizar medios ilícitos ni realizar prácticas fraudulentas en evaluaciones y trabajos académicos.