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Carlos Tulio Rodríguez-Madridejos asegura que pregonar la Semana Santa daimieleña es “un gran honor y un privilegio”

foto pregonero

El juez daimieleño, Carlos Tulio Rodríguez-Madridejos, aseguró que pregonar la Semana Santa daimieleña supone un “gran honor y un privilegio” ya que lo que implica es “ser portavoz de los sentimientos de un pueblo hacia su Semana Santa”.

Rodríguez-Madridejos, magistrado en el Juzgado de lo Social Número Tres de San Sebastián, avanzó en Radio Daimiel que en su pregón destacará “el cariño y aprecio” que siente por su pueblo y sus ciudadanos, “mis familiares y amigos, y en concreto me gustaría hacer hincapié en una parte de la Pasión de Cristo que tiene relación conmigo”, aunque los detalles se los reservó para el acto inaugural de la Semana Santa 2018.

El pregón se celebrará a partir de las 20 horas en la parroquia de San Pedro, previa interpretación de las marchas procesionales de las cofradías y hermandades que parten desde este templo.

Rodríguez-Madridejos, hijo del cantante Carlos Redondo, confesó que para las cuestiones más importantes de su vida siempre le ha pedido consejo a su padre y que, en esta ocasión, también había sido así. “Sobre todo, en aquello relacionado con la puesta en escena, algo de lo que él por su profesión conoce al detalle”.

De sus primeros recuerdos cofrades, el pregonero rescató la alegría que suponía para los niños el Domingo de Ramos, jornada en la que, además, “con un poco de suerte incluso estrenábamos alguna cosa, algo que se valoraba mucho el seno de una familia numerosa”. Asimismo, al vivir en la calle Jesús, recordó “la maravillosa oportunidad de poder ver pasar desde un puesto privilegiado a los nazarenos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús, a los Moraos”.

Pero de todos los momentos de la Semana Santa daimieleña, Rodríguez-Madridejos se quedó con los preparativos del paso del Cristo de la Luz de la Cofradía de la Pasión, de la que es hermano. Al igual que “el momento de la salida y entrada del Cristo de la Expiración en la iglesia de Santa María”, a la que también pertenece.

San Sebastián

En San Sebastián, donde ya vive más de 18 años, le llamó mucho la atención la implicación de sus ciudadanos a nivel religioso, y sin embargo le extrañó que no hubiera procesiones como en el resto de España. “Lo hacen de una forma más íntima, participando activamente en todos los actos religiosos organizados en estas fechas”, apostilló.

Sobre el desempeño de su profesión, Rodríguez-Madridejos comentó que durante un tiempo tuvo que llevar escolta, pero, aunque tuvo la oportunidad de cambiar de destino y lugar de trabajo tras su primer año allí, “lo cierto es que los ciudadanos del País Vasco son muchísimo más que una cobarde banda terrorista dispuesta a asesinar, extorsionar e intimidar a quienes no opinaban políticamente como ellos, con infructuoso éxito como sabemos”.

Por ese motivo, con ese riesgo ya “actualmente inexistente”, tanto su esposa como él decidieron que “San Sebastián era un buen lugar donde vivir, donde trabajar y hacer amigos, y lo más importante, donde ver crecer a nuestros hijos”.

De esta forma, se ha convertido en otro daimieleño ausente que cada vez que puede se escapa para compartir unos días con los suyos, y entre esas ocasiones, “la más especial es en Semana Santa, este año con mayor motivo”.

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