Castillo Armenteros: “La victoria de los cristianos en las Navas de Tolosa les abrió las puertas de Andalucía”

Lleno el aforo del patio del claustro del antiguo Convento de la Merced, ampliado con una treintena de sillas añadidas, se quedaron bastantes personas sin poder asistir a la conferencia del profesor e investigador de la Universidad de Jaén, Juan Carlos Castillo Armenteros, sobre la batalla de las Navas de Tolosa, crucial contienda que abrió las puertas de Andalucía a las tropas cristianas.

Aunque ha sido “altamente ideologizada” y se ha “magnificado” el éxito cristiano de esta batalla frente a los almohades, que mantuvieron una “trayectoria importante” después de la contienda, la ‘revancha’ tras la derrota de Alarcos abrió la conquista de Andalucía y favoreció la extensión de los señoríos de las órdenes militares, siendo Calatrava una de las grandes beneficiarias, indicó Castillo, que resaltó que su equipo de investigación está empleando el análisis de la batalla de Baecula, sucedida también en el Alto Guadiana, enmarcada en las guerras púnicas y que enfrentó a romanos y cartaginenses, como modelo para aclarar cuestiones sobre la batalla de las Navas de Tolosa, sobre la que todavía quedan por resolver muchas incógnitas.

Castillo, que mostró su asombro y satisfacción por la amplia asistencia a la conferencia ya que dijo que no es fácil encontrar un público tan receptivo a la arqueología medieval, expuso que la batalla de las Navas de Tolosa es probablemente la más conocida de la historia medieval española, ha inspirado numerosas publicaciones, desde libros a cómics, así como recreaciones históricas, y es uno de los ejes de la Ruta de los Castillos y las Batallas, que enlaza 28 fortalezas y se ha convertido en Jaén en un relevante recurso de dinamización turística.

En el estudio de una batalla como la de las Navas de Tolosa, es importante no sólo la lucha en sí, sino también entender la geografía del espacio, las rutas seguidas por las tropas, los desplazamientos estratégicos, los campamentos y los lugares de aprovisionamiento de agua y víveres, teniendo en cuenta que el saqueo del vencido es la primera eliminación de evidencias arqueológicas, aunque lo “más desastroso” es el expolio de restos arqueológicos que ha sido “continuo y sistemático” en casos como el de las Navas de Tolosa, donde hubo épocas en las que se podían llenar “carretas” de puntas de flecha.

comferencia merced JJ 2

Su equipo de investigación ha trasladado a las Navas de Tolosa la metodología de estudio de la batalla de Baecula, buscando aclarar cuestiones como concretar en el campo de batalla las zonas de mayor fricción entre los bandos y, por tanto, donde hay mayor número de piezas arqueológicas, así como el movimiento de los soldados y el asentamiento de los campamentos, lo que da pistas también sobre el número de fuerzas reunidas.

Se estima que en la Mesa del Rey se asentó el campamento cristiano y su equipo de investigación cree que en la Loma de la Josefa se hallaba el almohade, indicó Castillo, que destacó, así mismo, la potencial utilidad de estudiar la toponimia de los lugares del entorno.

En su intervención, Castillo expuso que las fuerzas almohades preveían los envites hacia el sur de los cristianos como lo demuestra el refuerzo de la red de fortificaciones en todo el Alto Guadiana en el siglo XII tanto en valles como pasos serranos en un territorio que, a diferencia del manchego, estaba “muy urbanizado” con ciudades que amplían sus murallas ante la llegada de más personas, por el temor y la inseguridad, a nuevos arrabales.

Entre los protagonistas del bando cristiano, destaca Alfonso VIII que “se quita la espinita” de Alarcos, batalla de la que aprendió “mucho” pese a la derrota. “Lo tenía claro” que no se iba a dejar atacar por los flancos por las tropas almohades, a las que finalmente envolvería para derrotarlas. Pero también están Sancho VII de Navarra, Pedro II de Aragón, el arzobispo de Toledo, Rodrigo Ximénez de Rada, guerreros como Diego López de Haro y el papa Inocencio III que logró que monarcas que “no eran muy amigos” aunaran esfuerzos en la batalla.

Las estimaciones arqueológicas indican que se enfrentaron entre 6.000 y 10.000 soldados cristianos frente a unos 30.000 almohades, y, entre las consecuencias del resultado de la batalla, están las Terceras Taifas y la progresiva conquista de ciudades por los cristianos en el Levante y Andalucía.

Salir de la versión móvil