Juan Zapata Alarcón ingresó en el Instituto de Estudios Manchegos

El Salón de Plenos de la Diputación Provincial de Ciudad Real fue escenario este viernes, del discurso de ingreso como Académico de Número del Instituto de Estudios Manchegos –IEM- del profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha Juan Zapata Alarcón. Bajo el título Calatrava la Nueva, sede conventual y vanguardia artística.

En la Mesa presidencial, el Diputado de Patrimonio Provincial, Dionisio Vicente, y el Presidente y la Secretaria en funciones del IEM, Alfonso Caballero y Ana Fernández, respectivamente. Caballero Klink, tras agradecer la generosidad y hospitalidad de la Corporación, esbozó algunos detalles del edificio firmado por Rebollar en 1893, como la construcción más sobresaliente de la actual Ciudad Real. Se refirió igualmente Caballero a las decisivas intervenciones artísticas de Ángel Andrade y López Villaseñor, y al discurso de ingreso que en la misma sala pronunció en su día el arquitecto Miguel Fisac.

Alfonso Caballero Dionisio Vicente y Ana Fernández
Alfonso Caballero, Dionisio Vicente y Ana Fernández / Joaquín Muñoz Coronel

Tras la lectura del Acta de elección como consejero en la persona del profesor Zapata, el recipiendario hizo su ingreso en la Sala acompañado de sus padrinos, los consejeros de número Enrique Herrera Maldonado y Jorge Sánchez Lillo.

Acto seguido, Zapata Alarcón realizó un detallado resumen abundantemente ilustrado con fotografías, algunas de ellas inéditas, sobre lo que el llamado Sacro Convento de Calatrava la Nueva ha significado en la historia de esta provincia, durante el amplio espacio cronológico comprendido entre media docena de siglos.

Una zona privilegiada

Y es que, como diría Zapata en su intervención “El territorio de Castilla-La Mancha es uno de los espacios de mayor influencia de las órdenes militares. Contamos nada menos que con tres sedes conventuales: Calatrava La Nueva (Orden de Calatrava), Uclés (Orden de Santiago) y Consuegra (Orden de San Juan). En el caso de la sede que nos ocupa, Calatrava la Nueva, su verdadera aportación es la que permite el estudio de la secuencia ininterrumpida desde su ocupación en el siglo XIII, hasta su abandono definitivo en 1802. Curiosamente, Calatrava no es remodelada ni reconstruida como en el caso de Uclés, cuando en el siglo XVI se desmantela el antiguo convento para construir uno nuevo… Ni tampoco se traslada de lugar, como ocurre con San Benito de Alcántara”.

Zapata habló en su discurso de Calatrava la Nueva / Joaquín Muñoz Coronel

Reparó el conferenciante en los métodos constructivos novedosos de Calatrava la Nueva, exportados con posterioridad a otros complejos, y las modificaciones arquitectónicas operadas en el recinto durante 600 años, “aunque mantuvieron su identidad planimétrica inicial”.

Igualmente se detuvo brevemente sobre las tres familias más influyentes de Maestres (los Padilla, Guzmán y Girón), siendo los dos últimos maestres Rodrigo Téllez Girón (1466–1482) y García López de Padilla (1482–1487). Ya que el 2 de mayo de 1466 había fallecido en Villarrubia don Pedro Girón, prometido de la infanta y futura Isabel de Castilla (en un hecho inesperado, trágico, inducido o inexplicado). Un deceso que cambió radicalmente la historia de España. En este 1487, y por una bula papal, Fernando el Católico logró ser elegido Maestre de la Orden, pasando los reyes de España a revalidar el título desde entonces.

La opinión del profesor Zapata es bien clara: “El aporte de Calatrava la Nueva para Ciudad Real y Castilla-La Mancha, es que supone uno de los grandes baluartes desde el punto de vista patrimonial. Aunque hoy es una ruina, en su momento albergó un tesoro artístico que hoy sólo podemos atisbar. Mi trabajo es una revisión profunda de las fuentes, sacando a la luz mucha información inédita que antes no se había estudiado, y sobre todo hacer un estudio en profundidad. Y ello, a través de mi tesis doctoral, que comienza en siglo XII-XIII y termina en XIX-XX con las actuaciones del Plan Director”.

En suma, “se trata de un estudio diacrónico y sincrónico en la evolución del edificio, con una continuidad total. Por mi cercanía de trabajo en Cuenca, Uclés me ha permitido establecer parangones, similitudes y diferencias, de cara a lo que podría ser un estudio comparativo de las Órdenes Militares en Castilla-La Mancha”. Juan Zapata Alarcón nos anima a “Ser conscientes de que Calatrava La Nueva no es sólo un castillo medieval, sino el testigo actual del devenir de una larga trayectoria de 600 años”.

Tuvo Zapata palabras de elogio para el sacerdote León Caballero de León, gracias al cual, en gran medida, ha podido transmitirse un legado histórico de tal magnitud hasta nosotros. Y ello, a pesar de que los tres profesionales implicados en las actuaciones de un edificio de estas características (arqueólogo, arquitecto y restaurador), no siempre han observado la coordinación como fruto de sus trabajos.

Una emotiva semblanza

Tras la exposición del profesor Zapata Alarcón, su padrino, el catedrático Herrera Maldonado (que confesó haber sido profesor y mentor del nuevo consejero), desgranó algunos importantes detalles de la trayectoria de investigación y trabajo del primero, “desde el año en que el hoy también doctor cursaba el segundo curso de Historia”. Igualmente confesó haber acompañado a Juan Zapata en multitud de proyectos, algunos de los cuales han firmado conjuntamente. Y se congratuló del interés que Zapata hubiera dedicado desde siempre, a “uno de los castillos roqueros más importantes de toda Europa, Calatrava la Nueva”.

Juan Zapata saluda a Dionisio Vicente / Joaquín Muñoz Coronel

Juntos realizaron también el estudio en profundidad de Uclés, trabajo que ha recibido numerosas felicitaciones, y recordó Herrera la calificación Cum laude obtenida por el doctorando en su tesis sobre Calatrava la Nueva, cuya publicación tendrá lugar en 2018. Alabó su participación como ponente y comunicador en diversos congresos internacionales, y la amplitud, rigor y profundidad de sus trabajos publicados.

El acto culminó con la entrega de la medalla corporativa del IEM y el pergamino acreditativo a Juan Zapata Alarcón, que fue profusamente felicitado por los asistentes, y con los cuales compartió finalmente un vino español.

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