Manuel Galiana y Carlos Hipólito emocionan con la poesía de Manuel Juliá contenida en ‘Madre’

Dos grandes actores como Manuel Galiana y Carlos Hipólito se zambulleron en el Ateneo de Almagro este sábado en las emociones contenidas en el libro ‘Madre’, publicado por Manuel Juliá en la editorial Hiperión el pasado año.

No sólo recitaron, sino que interpretaron tanto con tierna sensibilidad como ardiente ímpetu poemas sobre la infancia y la relación del escritor puertollanense con su madre en un amplio recorrido por el poemario que incluyó, entre otros, paradas en el despertar de ‘Abre los ojos’, la felicidad de ‘Beso robado’, la furia de ‘Jersey’, el juego de ‘La puerta’, la desesperación y tabla de salvación de ‘Royalties divinos’ y el amor de ‘No abras los ojos’. Poemas como ‘El hombre sin vida’, ‘El parque’, ‘Escenas de febrero’ y ‘Maletín’ también formaron parte de esta lectura dramatizada que culminó, a dos voces, con ‘Hasta siempre. Nos vemos en el olvido’.

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Interpretaron una amplia selección de poemas de ‘Madre’ / A. R.

El recital sirvió de colofón para la puesta de largo tanto de este libro como de la recientemente publicada antología ‘El corazón de la muerte’, también publicada por Hiperión y realizada con los siete poemarios de Juliá por el profesor de la Facultad de Letras, Jesús Barrajón, que incorpora un amplio y profundo estudio sobre su poesía.
El presidente del Ateneo de Almagro, José Antonio Prieto, y el coordinador de Literatura de esta institución, Ángel Luis Moraga, fueron los encargados de presentar el encuentro, en el que Juliá lanzó varios destellos poéticos que le han inspirado en su producción.

Así, se refirió al poema de Miguel Hernández “Escribí en el arenal / los tres nombres de la vida: / vida, muerte, amor. / Una ráfaga de mar, / tantas claras veces da, / vino y nos borró”, para revelar que a partir de estos versos imaginó su ‘Trilogía de los Sueños’ sobre la muerte, el amor y la vida.

Juliá se refirió a exquisitos e inspiradores hallazgos poéticos / A. R.

La poesía en un solo impulso permite “decir mucho más” que muchos tratados de teología, metafísica o astrofísica, agregó Juliá, que citó otros “lúcidos hallazgos poéticos” como la pregunta en ‘Fausto’ de Goethe ‘¿Soy yo un destello de Dios?’, sobre “si somos destellos de esa realidad profunda y enigmática” existente en el universo; o la afirmación de Carson McCullers que sostiene que “la escritura no es sólo mi modo de ganarme la vida, es como me gano mi alma. Escribir es mi modo de buscar a Dios”.

También aludió a ‘La primera foto de Dios’, de Cees Nooteboom, reflexión sobre la creación y la necesidad de alguien, “con sus ojos de espejo”, que la mire, con toda su belleza, dolor, luz e intensidad, así como a Bécquer y su poema ‘Donde habite el olvido’.

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