Más que el amor y la belleza, lo que debe guiar en la escritura de poesía es la verdad, a juicio de Pilar Adón, quien reconoció este miércoles en la Facultad de Letras que ella se sumerge en la creatividad poética “empujada por un pulsión” en un estado receptivo del ser en el cual debes dominar el poema para que no sea excesivo y así lograr conmover.
En la primera sesión del curso del Aula de Poesía de Letras, la escritora y traductora madrileña reconoció que en sus primeras obras poéticas emulaba a referentes con un lenguaje un tanto engolado y trataba otras realidades para evolucionar hacia una poesía intimista, autorreferencial y en la que está muy presente la naturaleza.
“Mostrar con un lenguaje muy desnudo ciertas desnudeces” da “mucho pudor” y esa exposición pública “no es sencilla”, confesó la también novelista, que indicó que, a diferencia de la prosa en la que hay un argumento y personajes, la poesía que escribe actualmente es “absolutamente referencial” con lo que las referencias son siempre a ella y ese “importante ejercicio de desnudez no es fácil”.
Sus tres últimos poemarios, ‘La hija del cazador’, ‘Mente animal’ y ‘Las órdenes’, por el que recibió el Premio Libro del Año del Gremio de Libreros de Madrid, siguen esta línea y en ellos aparecen temas muy presentes en su obra poética como son el miedo y sus derivaciones, el deseo de estar en otra parte, la insatisfacción, el encierro, la huida y las dependencias.
De ‘Las órdenes’, libro estructurado en una primera parte sobre las dependencias emocionales y materno-filiales, una segunda sobre dependencias físicas y paterno-filiales y una tercera sobre las dependencias literarias, recitó en Letras poemas de la primera y tercera parte y anunció que en marzo saldrá un nuevo poemario en el que “bucea aún más” y de una manera “más abierta y desnuda” en los temas que protagonizan su producción poética.
Un lenguaje muy directo caracteriza la obra de una autora que busca la palabra exacta, que estimó que la relación con la poesía es casi como de danza, ya que “el poema tiene que fluir”, y destacó que a veces ocurre que “no puedes dar más”. Es como una bayeta que estrujas hasta que ya no cae ni una gota, expuso a los alumnos de Letras Adón, para quien Anne Sexton y Sylvia Plath son, “desde siempre”, como sus “dos madres poéticas”, además de citar otras autoras que le gustan mucho como Anne Carson y Jane Kenyon.