En la primera vuelta hubo dos equipos netamente superiores al Almagro. Uno fue el Socuéllamos. El otro, el Atlético Ibañés, que le goleó 4-1, en un partido en el que los encajeros no tuvieron ninguna ocasión de competir. Este domingo, a partir de las 16:30, los calatravos reciben a los de Fuentes con ganas de reivindicarse, de demostrar que lo que ocurrió en tierras albaceteñas fue coyuntural, que la distancia entre ambos no es tanta. De todas maneras, Kiko Vilches, que dirigirá su tercer encuentro, avisa: “Viendo la plantilla, ya sabíamos que iba a tener un buen rendimiento. No es una revelación. Cuenta con uno de los mejores medio centros de la categoría, Pablo de Dios, con el pichichi Marcos, con Johny, Bolo…”.
El duelo puede ser paradójico. El Almagro sigue con el agua al cuello y el Atlético Ibañés cerca del play off y, sin embargo, los albaceteños suman cuatro derrotas en los últimos cinco encuentros y los calatravos no pierden desde que Vilches se sienta en el banquillo. De cualquier manera, el Almagro se presenta con los mismos problemas que le acosan desde hace dos jornadas, es decir, que no tiene jugadores de banda y tiene que inventarse cómo hacer daño a sus rivales. La pasada semana se esperaba la llegada de Ferrán, pero el Novelda le negó la carta de libertad. No fue el único. Así que, mientras transcurre esta semana, la penúltima antes del cierre del mercado, una semana que puede ser decisiva, el Almagro parte con la obligación de seguir sumando, sea como sea. Para ello, Vilches no podrá contar con Rivero, que tiene molestias en la rodilla y la próxima semana se someterá a algunas pruebas para saber exactamente cuál es el problema. Es el único que no está disponible. El resto, a disposición de Vilches, que tendrá que hacer algún descarte.
“Tenemos que seguir en la línea de Tomelloso, donde fuimos un equipo solvente”, apunta el técnico talaverano.