Recuerdos de Juan de Dios Román: “La persona más importante para el balonmano español y un gran docente”

Ciudad Real recuerda con cariño y agradecimiento a Juan de Dios Román, fallecido este sábado tras sufrir un derrame cerebral. Nacido en Mérida, él se sentía muy de aquí, ya que en su infancia vivió varios años en Corral de Calatrava, en donde tiene un pabellón que lleva su nombre. En 2002, tras su paso exitoso por la selección española, cogió con 60 años las riendas del BM Ciudad Real, con el que conquistó muchos títulos en el inicio de la etapa gloriosa. Aquí ha dejado muchos amigos y personas que le recuerdan. Algunos estuvieron a sus órdenes como jugadores, caso de Santi Urdiales, o que coincidieron en el cuerpo técnico, como Jesús Rivilla, han contado para Lanzadigital sus experiencias con él y cómo era Juan de Dios Román.

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Plantilla del BM Ciudad Real del 2003, con Juan de Dios Román (derecha en la fila del centro), Jesús Rivilla (izquierda en la fila del centro) y Santi Urdiales (segundo por izquierda abajo)

A Jesús Rivilla, actual preparador físico de la selección española, se le han venido a la mente en las últimas horas muchos recuerdos y anécdotas. Con él coincidió en el cuerpo técnico del BM Ciudad Real, cuando con tan solo 21 años comenzó como segundo entrenador y, especialmente, en la labor física a los órdenes del emeritense: “Era muy exigente en todo, con un fuerte carácter. Con pocas palabras transmitía mucho”.

El puertollanero recuerda una derrota clara del equipo en la pista del Lemgo alemán: “Nos metimos en el vestuario y yo dije algo así como que nos habían pasado por encima. Él me miró y preguntó ¿esta es la ayuda que tenemos? Con solo eso quería decir que teníamos que remar todos en la misma dirección, que había que buscar entre todos posibles soluciones”.

El puertollanero Jesús Rivilla, preparador físico de la selección española masculina de balonmano / Foto: RFEBM

También Rivilla a tenido estas últimas horas un ‘flash’ de aquel momento en el 2004 en el que el BM Ciudad Real logró por primera vez el título de la Liga ASOBAL: “Tras celebrarlo en la pista, recuerdo que entramos y le vi en su despacho con una cara de satisfacción y de tranquilidad que no le había visto nunca. Él se atribuía una enorme responsabilidad respecto a que el proyecto del BM Ciudad Real funcionara”.

No solo en el equipo coincidió Jesús Rivilla con Juan de Dios Román, ya que además tuvieron una relación de alumno-profesor en la carrera de INEF, en la que el entrenador impartía la asignatura de balonmano. “Él se autodefinía más como un docente que como cualquier otra profesión. Y tenía una enorme capacidad para la docencia, era una bestia de la comunicación”, señala, y asegura que “era complicado que una clase suya no te dejara algo, conseguía hacer unas clases atractivas y de una exigencia altísima. A mí me hizo valorar esta profesión, era un referente para mí”. Ese carácter suyo como profesor fue tal, que para Rivilla “muchos empezaban con él y emocionalmente no lo pasaban bien, pero en el proceso del curso terminaban con agradecimientos hacia él por su progresión”.

Santi Urdiales, el actual entrenador del BM Caserío, estuvo a sus órdenes como jugador en ese equipo del BM Ciudad Real que conquistó el primer año suyo en la temporada 2002/03 la segunda Recopa de Europa y, al año siguiente, la primera e histórica Liga Asobal. “Juan de Dios ha sido la persona más importante para el balonmano español, para poner este deporte al máximo nivel en España”, asegura Urdiales.

Si fue importante para el balonmano nacional, también Urdiales considera que fue igual en el exitoso proyecto del BM Ciudad Real que por entonces daba sus primeros pasos: “Su trabajo fue increíble para llevar a lo máximo a ese proyecto”. Sobre cómo era Juan de Dios, el por entonces extremo recuerda que “era una persona dura, seria, dedicado por completo al mundo del balonmano y a la formación”. Urdiales confirma también su exigencia, “algo que suele pasar con la que gente que es ya de por sí muy exigente consigo mismo. A él le gustaba la perfección y esa exigencia la tenía con los demás en el vestuario. Luego fuera era más accesible”.

Santi Urdiales, entrenador del Caserío / Foto: Elena Rosa

Aunque Urdiales admite que no entabló una gran amistad con él, le recuerda con gratitud, “porque siempre que le he necesitado ha estado”. De hecho, algo que no olvida es que, cuando se produjo una grave lesión de rodilla que le dejó muchos meses en el dique seco, “él habló con el doctor Guillén para que me operara”. Un detalle más de un ícono del balonmano español y de aquel histórico BM Ciudad Real que nos dejó a los 77 años.

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