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33.000 euros de reclamo para encontrar nuevo presidente

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33.000, euro arriba, euro abajo, es la dote que pone el Almagro CF en su búsqueda de pretendiente. 33.000 euros de superávit. 33.000 euros de colchón, de guinda o cebo para sustituir a la directiva saliente, encabezada por Antonio Ruiz, que se va cansada, consciente de que en lo deportivo se han cometido muchos errores, pero orgullosa del trabajo realizada para el Almagro nada menos que durante los últimos diez años, probablemente los mejores, los más exitosos de la entidad rojilla.

Todo eso se dijo en la asamblea celebrada este viernes en el Hospital de San Juan, en el teatro Adolfo Marsillach, corazón del Festival de Teatro Internacional. Como si fuera la Compañía Nacional de Teatro Clásico, la directiva encajera se subió al escenario, con sus mascarillas, y unos cuarenta socios y aficionados, bien separados, con las manos limpias de hidrogel y sus correspondientes tapabocas, asistieron en el patio de butacas al primer acto de una obra que aún no sabemos si es comedia o drama. De momento, en el planteamiento, la directiva lo deja, tras “un año muy duro, incluso en lo personal”, en palabras del todavía entonces presidente. Eso lo sabía todo el mundo porque el club lo anunció en un comunicado, pero se trataba de conocer en qué condiciones se produce su salida. Y son, según lo dicho este viernes, bastante mejores de lo esperado. El tesorero del club, Leo Escobar, resumió las cuentas, sin duda un aspecto fundamental para el relevo. El Almagro ha ingresado 152.000 euros este curso y ha gastado 138.000, en números redondos. Hay 13.700 euros de remanente, a los que hay que sumar otros 20.000 en subvenciones aprobadas y todavía no cobradas.

“Se necesita que entre gente nueva, con ideas nuevas. Nuestro ciclo se ha acabado”, sentenció el presidente ante las peticiones de algunos socios para que los directivos sopesaran la posibilidad de continuar una temporada más mientras se organizaba el relevo.

El horizonte del club calatravo no pasa, por ahora, del próximo sábado, cuando se celebrará una nueva asamblea. Hasta entonces hay tiempo para presentar, en el correo electrónico del club (clubdefutbolalmagro@gmail.com), las candidaturas. Si no hay ninguna, y de momento, a pesar de los rumores, no se conoce a nadie con el convencimiento necesario para la empresa, en el segundo acto habrá que ver cómo se embrolla el argumento y cómo se resuelve en el tercero.

Por eso, porque no hay más horizonte por el momento que el del día 20, el último del estado de alarma, no se habló mucho del futuro, aunque se deslizaran, por parte de la directiva saliente, algunos consejos e ideas. Una, que Javier Bermúdez se ha puesto en contacto con el club porque quiere volver al Almagro. “Sería la persona adecuada para el apartado deportivo”, dijo Ruiz, “aunque eso le corresponde a quien entre”. Dos, que hay que limpiar el equipo, no tiene que quedar ni el utilero”, exageró algo Ruiz. En ese terreno sobrevoló por el escenario del teatro Adolfo Marsillach, un sentimiento de dolor por parte de la directiva con los jugadores. “Queríamos pagar solo hasta donde hubieran trabajado, pero quisieron cobrar marzo entero”, aseguraba Ruiz. “”Nos amenazaron con denunciarnos”, apuntaba Jesús Arroyo hijo.

La próxima cita es, pues, el sábado que viene. Quizás sobre las tablas haya nuevos personajes. O no.  Hasta entonces, al frente del club se queda la Junta Gestora, formada por Leo Escobar, Manuel Froilán y Jesús Arroyo, padre e hijo.

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