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Alertan del auge de las chinches en varias provincias como la de Ciudad Real

Labores de desinfección contra las plagas en una alcantarilla

Las plagas urbanas de insectos y roedores no sólo provocan serios disgustos a las personas, sino que pueden tener consecuencias de más dimensión en la salud pública y en el medio ambiente.

Es un riesgo que aumenta tras los cada vez más concentrados periodos de lluvia que favorecen, entre otras causas, la expansión de molestas especies en los pueblos y ciudades, además de producir daños económicos en empresas o administraciones públicas.

No vale sólo con las tareas de limpieza e higiene para prevenir la presencia de estas poblaciones, que pueden llegar desde otras latitudes por los movimientos humanos globales, sino que hay que hacerles frente con tratamientos específicos para combatir su expansión.

El vocal en Castilla-La Mancha de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), Gregorio Díaz Roncero, advierte del ascenso de especies que se suponen aisladas, pero que han vuelto con más fuerza, como es el caso de las chinches, “una plaga en pleno auge” en diversos puntos de España y también en la provincia ciudarrealeña “por el intercambio de personas”.

“Las hay hasta en hoteles de cinco estrellase”, y suelen encontrarse en los colchones, en las juntas de los muebles, incluso en aparatos y tomas eléctricas, y aunque es un insecto que no es portador de enfermedades, sí produce erupciones y ronchas en la piel, además de otros problemas sociales.

Los tipos de insectos y roedores más presentes y habituales en Ciudad Real, según Díaz Roncero, son las ratas, ratones, hormigas, cucarachas americanas (rojas), o amarillas, además de insectos como el mosquito común (trompetero), que han tenido más presencia en verano, tras las lluvias de primavera, en los entornos de las Lagunas de Ruidera o el Club de Campo.

También ha habido “más avisos” (no plagas) por avispas, porque la ciudadanía “es más consciente” de la manifestación de estos pequeños animales -algunos como las chinches  parásitos y hematófagos (se alimentan con sangre humana)- y de las consecuencias de insalubridad que pueden originar, “ya que son considerados como reservorios y vectores de multitud de enfermedades transmisibles al hombre”.

El también gerente de la firma solanera ‘Sadi control de plagas’, defiende los protocolos y prospecciones que identifican, valoran y diagnostican una situación de abundancia de cucarachas o ratas, para después poder proceder a su eliminación con tratamientos cada vez “menos contaminantes y más fáciles de usar” en el caso de los establecimientos públicos, empresas e industrias.

Hospitales, centros educativos, o alcantarillados municipales son infraestructuras que periódicamente son revisadas y sometidas a planes de desratización, desinsectación y desinfección por empresas como Sadi, que además suministra equipos y productos para el mantenimiento de piscinas públicas y privadas.

“La administración debería invertir más dinero en estos procesos”, indica el portavoz de ANECPLA.

A nivel doméstico, Díaz Roncero aconseja limpiar los puntos más vulnerables, como el fondo de suelo de los muebles de cocina, y los rincones de detrás del frigorífico, además de tapar las grietas e instalar mosquiteras en las ventanas y otros accesos.

Una plaga se da, aclara, cuando “se sobrepasa el umbral de tolerancia y necesita de tratamientos específicos para ser combatida”, explica Díaz Roncero a lanzadigital.

 

 

 

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