Hornillos e infiernillos ‘a todo gas’

“Es que nadie lo piensa, que si se va la luz el surtidor no funciona”, comentó un cliente en la Ferretería Alfesa, nada más comprar un generador eléctrico y diez bidones homologados para “tenerlos llenos de gasolina en casa por si acaso”.

El temor a pasar calamidades, necesidades, más aun viniendo de los estragos que originó la pandemia en aprovisionamiento de ciertos artículos, ha disparado la venta de determinados productos en las ferreterías alertados por la posibilidad de que se produzca un apagón eléctrico, desde que en Austria se planteara esta hipótesis de desabastecimiento eléctrico.

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Se han recuperado estufas de butano renovando mangueras y reguladores / Clara Manzano

Cuando hace un mes se tuvo conocimiento de ello, “el stock para seis u ocho meses” que tenían en Alfesa de generadores eléctricos a gasolina ‘voló’ en una semana y también ha sido “una locura” la demanda de focos con paneles solares, hornillos tipo cámping gas e infiernillos.

Estufas de butano que ya no se usaban se han puesto a punto, con un importante incremento de ventas de mangueras nuevas y reguladores -alcachofas-, el interés por las estufas de leña, cuyo tirón se había aflojado, se ha reactivado este año y se han agotado y vuelto a reponer, aunque “siguen agotadas a través de muchos proveedores”, cocinas portátiles que se transportan en “una maletita de plástico”, comenta Juan Carlos Loarce, responsable de la tienda de Alfesa Ferretería.

Cuando se planteó la posibilidad de un posible apagón hubo una demanda “brutal” de generadores / Clara Manzano

Los cartuchos desechables de gas para las cocinas y estufas portátiles también se agotaron, “ahora empieza a entrar otra vez el producto pero ya los proveedores nos están diciendo” que toda la disponibilidad que tenían en el año la han consumido, con lo que se prevé que vuelva a haber escasez en este tipo de artículos, y han regresado al mercado las linternas de pilas. “Nosotros llegamos a eliminarlas y sólo vendíamos linternas recargables”, pero las “hemos vuelto a traer” a petición de los clientes.

“La gente lo que intenta al menos es apañarse” por si sucede algo que afecte al suministro. “Muchos clientes nos dicen en el mostrador que, si hay un apagón, que al menos puedan guisar, cocinar y, si pilla en invierno, calentarse con una estufa de butano, leña o de pellet”, volviendo en este último caso a “las tradicionales, las que no llevan consumo eléctrico”.

Han regresado con fuerza las pequeñas cocinas a gas / Clara Manzano

La compra de generadores, como para “quien se hace una casita y todavía no tiene luz” siempre ha existido, pero “esa demanda brutal en una semana y agotarse, recibir y agotarse…” ha sido excepcional en modelos como el Ibiza, de mil o de dos mil vatios, y que, con un peso de unos veinte kilos, lo cambias de sitio como una maleta. E incluso ha habido empresas que han adquirido generadores más potentes de cinco o siete mil vatios para, si sucede algo inesperado, poder seguir trabajando, expone Loarce, que estima que la inquietud por el posible apagón ha afectado “mucho más” a gente joven que a gente mayor al estar más al tanto de la información digital y las redes sociales.

En la Ferretería Muñoz, se han interesado por este tipo de productos gente muy dispar, incluidas personas que “en la vida” han usado un grupo electrógeno o una lámpara de gas. “Lo mismo te viene un profesor o una administrativa a pedirte un grupo electrógeno” que puede que no vayan a utilizar nunca, aparte de que luego tienes que tener un buen acopio de litros de gasolina para abastecerlo.

Las linternas a pilas están entre las más solicitadas / Clara Manzano

Pequeñas cocinas de gas, que tan sólo se utilizaban para el cámping o por trabajadores del campo para calentar la comida, ahora se están adquiriendo “como aprovisionamiento por si acaso sucede el apagón”, señala Joaquín Ormeño, encargado de Ferretería Muñoz, que también ha percibido un incremento en la demanda de lámparas de gas, linternas y cartuchos de repuesto para los hornillos de gas.

Ha crecido el interés por las pequeñas estufas de gas / Clara Manzano

Así mismo, el atasco por la crisis de suministros en el transporte internacional se ha traducido en subidas del precio de artículos con materiales como el hierro, aluminio, cobre y plástico, agrega Ormeño.

La incertidumbre sobre el posible apagón ha contribuido a un incremento del treinta por ciento en las ventas de estufas de gas en Leroy Merlín, donde se ha percibido el despunte del interés por adquirir “infiernillos de camping gas”, artículos de los que no disponen en esta gran superficie, y donde también se ha registrado una mayor adquisición de linternas con pilas.

Está habiendo un mayor acopio de bebidas alcohólicas como ginebra / Clara Manzano

Así mismo, el miedo al desabastecimiento por la carencia de materiales, probablemente del vidrio o el papel del etiquetado, se ha notado desde hace aproximadamente un mes en bebidas alcohólicas como “ginebra, whisky, ron,… todo lo que es alta graduación” en GM Cash & Carry, que vende productos principalmente a la hostelería. Normalmente reponen las estanterías de bebidas alcohólicas una vez a la semana y ahora prácticamente todos los días, con productos cuya demanda supera la disponibilidad como la ginebra Seagram o el champán Moët & Chandon. Además, quizás por el temor a subidas de precio, la demanda ha crecido bastante en aceite, sobre todo las garrafas de 25 litros para freidoras, apunta Fran Grey Ruiz, trabajador de GM Cash.

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