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La resuelta firmeza de la Bondad y el Consuelo ante la incertidumbre por la lluvia

flagelacion JJ 10

Tarde de chubasquero por si acaso, y una mirada en el cielo gris que pesaba toneladas por si a alguna nube le daba por descargar, la de este Miércoles Santo que, ante las predicciones del tiempo, encaró con determinación de salir a la calle la Hermandad de la Flagelación para realizar su estación de penitencia, aunque eso sí con un ritmo algo más veloz para acortar tiempos.

Muchos ciudarrealeños, pese a las frescas temperaturas de la tarde-noche, acudieron a presenciar la procesión en la que la Hermandad lució la restauración de la Virgen del Consuelo, que ha recuperado la tonalidad de su policromía original, reparando los efectos de la candelería, en rostro y manos. Así mismo, se le han sustituido las lágrimas y pestañas y mejorado el juego de articulación de hombros, codos y manos, lo que permite una mayor expresividad de la imagen, que en esta ocasión procesionó ofreciendo el pañuelo como “símbolo de que es el Consuelo de los cristianos”.

Rosas blancas, así como fresias, clavelinas y flor de cera también blancas, con helecho conformaron el exorno floral del palio de la Virgen, que estrenó rosario de cristales de swaroski en el que aparecen representados un barco y la corona de la Virgen del Prado. Los 85 músicos de la Asociación Mozart de Aldea del Rey arroparon con su música el palio, mientras que por primera vez tocó, junto al Misterio de la Flagelación de Nuestro Padre Jesús de la Bondad, la Banda de Cornetas y Tambores Cristo de la Elevación de Campo de Criptana, cuyos 141 músicos estrenaron la composición ‘Flagellum’ a la salida del Guardapasos.

Del Misterio, engalanado con iris morados, se han restaurado también las imágenes del escriba, el caballo y el soldado romano que lo monta, y se ha cambiado la escenografía del paso en favor de un mayor realismo. En un primer plano, se encuentra Jesús azotado por los dos sayones; de la parte trasera se ha desplazado al medio al soldado romano a caballo que entra en acción con cuatro ramas de zarza para el cambio de los elementos de castigo; y en último plano dialogan el patricio que entrega nuevos flagelos al romano de a pie ante una mesa con otros flagelos, el pergamino, la corona de espinas y la clámide púrpura.

Con la procesión de la Flagelación, se manifiesta en la calle la devoción a Jesús y su Madre y el compromiso con unas cualidades como la bondad y el consuelo de “compartir los sufrimientos y tribulaciones de aquéllos que lo están pasando mal”, comentó el párroco de Santo Tomás de Villanueva y consiliario de la Hermandad, Antonio Ruiz Pozo.

Fueron emotivos los saludos ante la iglesia de San Pedro y en el Camarín y, pionera en procesionar por el Pasaje de la Merced, la Flagelación emocionó en ese tránsito con una gran petalá al llegar a la plazoleta ante la parroquia de Nuestra Señora del Prado-La Merced. Pero también chispeó, no mucho pero sí de forma más continua, y los hermanos aliviaron el ritmo, seguidos por muchos de los viandantes que acudieron a presenciar el cortejo, para dirigirse con ligereza a las plazas de Santiago y las Terreras, desde donde hubo una pequeña tregua, de manera que el herenciano Ángel Gómez Calcerrada cantó una saeta a Jesús de la Bondad en cuanto su paso llegó a la calle Quevedo.

En las inmediaciones del Guardapasos, se congregó un buen número de fieles, el Misterio se recogió aproximadamente un cuarto de hora antes de alcanzar la medianoche y el paso de palio poco después, justo cuando parecía que la lluvia iba arreciar con insistencia.

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