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Una treintena de nutrias mueren en la N-401 desde 2010, tres durante este mes

Una nutria muerta

Una treintena de nutrias (Lutra lutra) han muerto desde 2010 en la N-401 a su paso por el pantano de El Vicario, las tres últimas este mes, que le convierten en el punto negro más importante para la conservación de esta especie de España.

Técnicos que trabajan en la conservación de esta especie han explicado que los datos actualizados que manejan sobre atropellos elevan hasta una treintena los ejemplares de nutrias que han muerto a su paso por Peralvillo, pedanía de Miguelturra (Ciudad Real).

Se trata de una cantidad “alarmante” que obliga a tomar medidas urgentes para evitar “la sangría que se está produciendo” en este carretera, han añadido.

Hasta ahora se tenía constancia de la muerte de en torno a una veintena, pero los datos actualizados revelan que el número de nutrias atropellas ha sido mayor e, incluso, no se descarta que pudiera ser superior, pues no todos los atropellos son puestos en conocimiento de los agentes medioambientes de Castilla-La Mancha.

El último ejemplar muerto, una hembra reproductora, que supone una “pérdida aún más importante para la especie”, ha sido encontrado hoy por una mujer que ha alertado al cuerpo de agentes medioambientales que se ha trasladado hasta el lugar para recoger el cadáver que ha sido trasladado al centro de recuperación de fauna amenazada ‘El Chaparrillo”, que gestiona la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural.

Un estudio realizado por la Asociación de Conservación y Estudio de Fauna ‘Harmusch’ pone de relieve que los atropellos se producían cuando las nutrias atraviesan la carreta N-401, que discurre a 1,5 metros del borde del embalse de El Vicario.

A raíz de la elevada mortandad de nutrias registradas en este punto, esta asociación elaboró un proyecto de asesoramiento técnico con el fin de reducir los atropellos.

En 2015 el Ministerio de Fomento puso en marcha algunas medidas en colaboración con la dirección provincial de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Ciudad Real y de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG). Entre otras medidas estaban la limitación de la circulación a 60 kilómetros a la hora y la instalación en el tramo de más riesgo de atropello de señales verticales informativas donde se advierte del paso de nutrias y de la obligatoriedad de reducir la velocidad.

En cambio, no se aplicaron ni la instalación de un pequeño vallado de exclusión para la nutria y otros vertebrados, y la construcción de un paso inferior específico para nutria y otra fauna acuática y semiacuática, que quedaron pendientes.

Expertos en conservación de mamíferos y grupos conservacionistas han elevado la voz de alarma y han pedido que, además de las medidas adoptadas, la Confederación Hidrográfica del Guadiana ejecute el proyecto de instalar un pequeño vallado de exclusión para la nutria, cuyo importe económico no sería muy elevado. Así mismo, han pedido que tal y como recoge el proyecto elaborado por la asociación ‘Harmusch’ se construyan pasos inferiores por los que las nutrias puedan cruzar la carretera sin ser atropelladas.

Además, con el fin de minimizar la mortalidad de ejemplares de esta especie, han demandado que se adopten más medidas disuasorias para que los conductores cumplan con la obligación de reducir la velocidad a 60 kilómetros a la hora en esta zona de la carretera. La nutria es una especie considerada de “interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y calificada como “vulnerable” en el Catálogo de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha.

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