Un buen cartel tiene que “llamar la atención”, ser interesante, funcionar compositivamente y, por lo general, también ser estéticamente agradable a nivel visual, les aconseja Marcos Pastor a sus alumnos de Comunicación Audiovisual en la Escuela de Arte Pedro Almodóvar, quienes se han lanzado a crear trabajos destinados a ser anuncios de muy diversas actividades, propuestas de sensibilización sobre diferentes temas o la portada de productos culturales como discos o libros.
Una selección de una veintena de estas obras de las en torno a ochenta realizadas por los estudiantes de los tres cursos en los que imparte clase de Segundo de Bachillerato de Artes se exhiben desde este jueves en la Cervecería-Vinoteca La Pajarería.
En un mundo “rodeado y bombardeado de imágenes”, lo más importante en un cartel es lograr llamar la atención, que el espectador se fije, “como si fuera una palmada ante los ojos que le despierta”, y, una vez que se detenga, que “haya una reflexión detrás”, que le haga pensar.
Si la temática es muy dispar, también lo son las técnicas utilizadas que van desde la fotografía hasta la acuarela, el dibujo a mano y por ordenador y el collage con resultados muy variados, así como estilos que lo mismo se aproximan al pop, el futurismo, el surrealismo o el arte conceptual que tienen entre sus referencias esencias orientales, los vídeojuegos o el manga.
Hasta finales de febrero se puede presenciar en La Pajarería esta muestra que se abre con un cartel en el que se conjuga un busto masculino clásico coronado con un birrete de graduación con colores flúor “muy futuristas” y una obra como ‘Autómata’ en el que el frontal de una televisión es un espejo en alusión a las personas que están todo el día pegados a las pantallas y terminan siendo y actuando como lo que ven.
Sobre un tema “tabú” como el suicidio gira la obra ‘En ruinas’ con una imagen desenfocada que se desvanece, y también se trata la problemática de los trastornos alimenticios con una versión de la creación de Miguel Ángel en la que el índice divino toca una mano esquelética.
Por su parte, una alumna maquilladora sitúa en la portada de Vogue, con textos “poéticos” en inglés sobre sus inquietudes profesionales, cómo se ve en el futuro, mientras que en otro intempestivo cartel emergen cuestiones como la influencia de estilos y el carácter rompedor con un Beethoven escupiendo sobre la lengua de Gene Simmons, bajista y cantante de Kiss.
También hay portadas de posibles discos de Billie Eilish y Gorillaz, potenciales cubiertas de libros, un cartel que anima a la adopción de animales con una llave que abre el corazón de infinito amor de un perro y propuestas como ‘Change the game’ que reflejan que “la ropa no tiene sexo” y un hombre, por ejemplo, puede “ponerse una falda como llevar sombrero o bolso”.
Baile flamenco que sale del corazón y proyecta su duende como una sombra estilo Batman, brujas que son ‘puro amor’, ‘Esencia de vampiro’ cuya sangre se ‘vende’ como un codiciado perfume y un musculoso ‘Hombre de Vitruvio’ de Da Vinci que alza los brazos levantando pesas como reclamo de un gimnasio son otras de las propuestas, sin olvidar el nacimiento de una diseñadora que emergen como una Venus de una concha, dos animosos gatos en movimiento como el baile que suscita la música electrónica del DJ Shinyellow y la portada del corto sobre danza de ‘Belladona’.
Arlequines que enjuagan lágrimas en diversión, atrevimiento y fantasía, así como diseños de moda futurista como el de ‘Nebulaxia’ se hallan, así mismo, en esta exposición que tras su paso por La Pajarería se exhibirá en versión completa, con todos los trabajos de los alumnos de 2º de Bachillerato, en la propia Escuela de Artes.
La puesta de largo de la muestra contó con la actuación musical de varios alumnos como Álvaro Serrano al piano y las cantantes Alba Solís, Cristina Serrano y Elena Nichita, que interpretaron temas, ente otros, de Queen, John Lennon y Ludovico Einaudi.