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Medio centenar de alumnos del colegio Calatrava conocen el Ayuntamiento de Daimiel

colegio calatrava

Las tutoras Beatriz Páramo y Saturnina Carretero, desplazaron este lunes por la mañana hasta el Ayuntamiento de Daimiel a 49 de sus alumnos y alumnas de 1º de Educación Primaria del CEIP Calatrava. Allí, recorrieron sus distintos departamentos y servicios, acompañados de un singular guía: el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra. A él le transmitieron distintas propuestas de mejora de la ciudad, e incluso, un dibujo, para que pueda ser utilizado como logotipo de productos comerciales de la Marca Daimiel cuyos beneficios, de obtenerse, reviertan en los colectivos más necesitados.

El primer edil conoció la camiseta elaborada en las clases de plástica con la palabra Daimiel. En ella, cada letra era un dibujo alusivo a la localidad y el entorno. En el caso de la D, representaba el Sol de La Mancha. La A, leyendas e historias de brujas como seña de identidad daimieleña. La I, que no hay bruja sin escoba. La M, el Parque Nacional Tablas de Daimiel. La I, un globo-piruleta con forma de Motilla del Azuer, raíces que se unieron a ‘Daimiel, Ciudad amiga de la Infancia’. La E, las pasarelas de Las Tablas y la L, el Olivo Milenario de Plaza de España.

De esta forma se ha trabajado el conocimiento de la ciudad y sus posibilidades de mejora. Un proyecto que ha compilado desde la motivación familiar sus alumnos y que fue trasladado al primer edil en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Daimiel, donde los propios docentes agradecieron la “complicidad” del alcalde.

En ese trabajo de investigación, los niños y niños propusieron más fuentes de agua potable, más parques y pistas polideportivas, y su respectivos vallados, arreglo de aceras y calles, y hasta una hamburguesería en el cine. Unas propuestas que continuaron por calles limpias y sin deposiciones de animales, cables de alta tensión protegidos para que no se electrocuten las aves, la eliminación de malos olores en Daimiel, la implantación de un carril bici, mayor número de calles peatonales, zonas de juego en parques para niños y mayores, más contenedores, menos contaminación de fábricas y más trabajo para las familias.

Es el resultado de los deberes hechos por los niños, y desde ahora, trasladados al ámbito político.

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