Icono del sitio

La feria de Manzanares se abre al mundo del caballo entre bailes, cariñenas y atracciones

LaferiadeManzanaress 54368 791

Noemí Velasco
Manzanares

Despiertos a toque de diana a las ocho de la mañana, los manzanareños siguieron el ritmo a la feria ayer con más palmas y tarareros en el baile del vermú, más rondas de cariñenas con barquillo incluido, más vueltas en los caballitos y en ‘El hotel’, y más ‘piques’ entre amigos en las casetas de tiro. Con una amplia programación que trató de alardear de fiestas ante los cientos de vecinos que llegaron procedentes de toda la comarca, los vecinos no desaprovecharon la oportunidad de hacer recortes a los toros del encierro infantil, refrescarse en la fiesta de la espuma, aprender sevillanas con el Grupo Ana Beatriz, ni de acudir a la corrida de toros mixta.

Mientras que decenas de vecinos acudían a la plaza de toros para ver los astados de lidia que saltarían al ruedo por la tarde y para ver los cuidados realizados a los nueve caballos de la cuadra de Diego Ventura traslados a Manzanares, una de las actividades más curiosas e interesantes de la Feria la desarrollaron las dos peñas caballistas de la localidad, que ofrecieron en el aparcamiento de la plaza de toros una charla didáctica sobre el caballo, sus orígenes y las diferencias entre razas. Aunque la historia agrícola de Manzanares hizo que en el pasado fuera un pueblo más de mulas que de caballos, los aficionados explicaron ante varias decenas de vecinos que “la primera peña caballista se creó en los años cincuenta” y que en la actualidad hay contabilizados “entre 50 y 60 caballistas, y entre 140 y 150 equinos”. Los caballos de “sangre caliente”, como españoles y árabes, son algunas de las razas más predominantes en la localidad, entre algunos de ‘sangre fría’ como los ‘frisones’. Las peñas también comentaron algunas de las peculiaridades de los animales expuestos, como “el bocado de Adán” que lucía una preciosa yegua blanca de pura sangre árabe, y después los caballistas ofrecieron un recorrido en carro tirado por caballos por el Paseo del Río a los asistentes, entre los que había un buen número de niños.

Salir de la versión móvil