Greenpeace ha conseguido el III Premio Regional de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha por su compromiso con la defensa del entorno durante décadas y su lucha activa contra la construcción del cementerio nuclear de Villar de Cañas en Cuenca, junto a otras organizaciones como Ecologistas en Acción.
La entrega del premio ha sido durante la gala organizada por el Gobierno autonómico en Manzanares por el Día Mundial del Medio Ambiente, a la que ha asistido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, entre otras autoridades, empresarios y asociaciones comprometidas con la sostenibilidad.
El presidente de Castilla-La Mancha ha dado las gracias a Greenpeace “por crear conciencia mundial en un planeta que tiene un gran reto con el medio ambiente”. Frente a la política de Donald Trump, que ha roto el Acuerdo de París sobre el cambio climático, Emiliano García-Page ha exigido una respuesta “global”.
Futuro sin residuos para Castilla-La Mancha
Al recoger el premio, el representante de Greenpeace ha destacado que “ahora que está de moda hablar de la España vacía, esta tierra no se merece estar llena de residuos, sino un futuro”. Castilla-La Mancha fue la comunidad que cerró la primera central nuclear, ha habido varios intentos de crear cementerios nucleares y todavía siguen algunas en activo.
Así pues, la organización ha pedido compromiso a Emiliano García-Page para que “siga liderando” la lucha contra el cementerio nuclear de Villar de Cañas hasta que el proyecto esté cerrado completamente y ha pedido una “transición” para los territorios que todavía tienen centrales nucleares. “Los problemas medioambientales no se pueden resolver sin justicia social”, ha añadido.
Durante la gala, otras cinco organizaciones han recibido además menciones especiales: la Asociación de Gestores Ambientales de Albacete, la Denominación de Origen Uclés, Red Alimenta, Fundación Savia y el medio digital eldiario.es de Castilla-La Mancha. Todos han destacado por su compromiso con el medio ambiente.
Magia con La Música del Reciclaje
Entre intervenciones cargadas de buenas intenciones a favor del medio ambiente, la impresionante y mágica actuación de la orquesta La Música del Reciclaje, que nace del Escuela Núñez de Arenas de Vallecas en colaboración con Ecoembes, ha conmovido al público del Gran Teatro.
Violines fabricados de latas y hasta una tabla de skate convertida en un bajo: La Música del Reciclaje ha contado al ritmo de versiones de Michael Jackson y Paco de Lucía una historia de “segundas oportunidades”, de romper fronteras para garantizar el acceso a la cultura y de educación en valores.