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Concluye la remodelación del campanario de la Asunción

CAMPANARIO

Las campanas de la iglesia de la Asunción de Valdepeñas repican con sonoridad plena y con un sistema automatizado. La rehabilitación del campanario ha concluido con la incorporación de una gran campana de 1.500 kilos en homenaje a la patrona Virgen de la Consolación sufragada por el Ayuntamiento y una más pequeña de 360 kilos costeada por los feligreses, que han ocupado los dos huecos que quedaban en la torre.

Dedicada a la Virgen de la Consolación con motivo de su reciente coronación pontificia, la campana donada por el Ayuntamiento tiene un diámetro de 1,34 centímetros y un peso del conjunto total, de la campana y del yugo de madera para la compensación del giro, de unos 2.800 kilos. Solo la campana, fundida en bronce puro con una mezcla del 22% de estaño y el 78% de cobre, tiene 1.500 kilos.

Martín pone en valor el patrimonio eclesiástico

El alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, acompañado del párroco, Enrique Galán, y el representante de la empresa encargada de la intervención, Francisco Carretero, ha comprobado el resultado.

Las intervenciones en la iglesia de la Asunción comenzaron con la recuperación integral del chapitel de la torre octogonal y han incluido el arreglo del interior del templo, la cubierta y ahora la culminación del conjunto sonoro de repique y volteo formado por 7 campanas. Queda la recuperación de unas pinturas halladas después de realizar diversas “catas”.

Durante la visita, Jesús Martín ha destacado que “o Valdepeñas salvaguarda la identidad que la ha hecho o dejará de ser”, de ahí la importancia de preservar el patrimonio eclesiástico, independientemente de que “se crea o no se crea en Dios”. Para el primer edil “es una cuestión de sensibilidad” para perpetuar la historia y conservar el legado de los valdepeñeros del pasado de cara a las generaciones futuras.

Por su parte, el párroco de la Asunción ha celebrado la culminación de la obra “en el mejor monumento de la ciudad” y que es “patrimonio de todos los valdepeñeros”. Cabe destacar que, aparte de la incorporación de las dos nuevas campanas, la remodelación ha incluido el refundido de otra que tenía una grieta muy grande y el cambio de los yugos para mejorar la sonoridad y la estética.

Asimismo, a partir de ahora el campanario tiene una “central de mando automatizada”. Francisco Carretero, que desde hace veinte años lleva el mantenimiento del reloj de la iglesia, ha explicado que permitirá “toque manual, semiautomático y totalmente automatizado”, de manera que el párroco lo podrá controlar desde un móvil o una tableta.

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