Casimiro Sánchez Calderón ha formalizado su renuncia a su acta de concejal en el Ayuntamiento de Puertollano. Ha sido el último punto del orden del día de esta sesión plenaria telemática de este mes de mayo.
Casimiro Sánchez Calderón, concejal de Iber, ha mostrado en esta despedida su agradecimiento ante una renuncia por razones personales y pura previsión, “si en otoño la pandemia se recrudece el ser persona de riesgo podría limitar mis compromisos con nuestros votantes, yo quiero que el Iber cumpla como grupo de la corporación de Puertollano”.
Le sustituirá Mª José Linde Romero, “que posee cualidades sobradas”. Al mismo tiempo agradeció a todas las personas que votaron a Iber en las pasadas elecciones y “les aseguro que mi renuncia no mermará para nada el objetivo de darlo todo por el presente y el futuro de Puertollano”.
Austeridad en el gasto, no a la subida del IBI, soterramiento del AVE, recuperación del Centro Universitario, acciones urbanísticas como la calle Ancha y el sector del Abulagar y sobre todo la necesidad “de ejercer presión para recuperar la opción sur de la autovía Valencia-Lisboa-Sines pasando por el polígono de La Nava”, son algunas de las acciones y reivindicaciones que ha llevado a cabo Casimiro Sánchez como portavoz del Iber en el Ayuntamiento de Puertollano.
“En general a todos los ciudadanos que han tenido que soportar mi senectud”, agradeció Casimiro Sánchez e hizo mención a Ana Carmona y Félix Calle como dos personas que siempre le han atendido. Para todos los representantes políticos afirmó que “son ustedes personas capacitadas y entusiastas, todos tienen proyecto pero humildemente les aconsejaría unir todo ese gran potencial que posee esta corporación y ponerlo al servicio de esta causa que es Puertollano, que con una sabia batuta actúen como una piña”.
A la primer edil puertollanense le dijo: “Es cierto que tiene ante sí muchas dificultades pero reúne cualidades suficientes para superarlas y un pueblo detrás emprendedor y luchador. No me cabe duda, señora alcaldesa, de que triunfará, pero haga piña”. Y con las palabras de Unamuno finalizaba su despedida ante las lágrimas que acechaban a sus ojos en estos tiempos difíciles.
