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Los alumnos del Santo Tomás de Aquino-La Milagrosa brillan en la interpretación del Tenorio 20´s

Una escena de Tenorio 20s

Puede estar orgullosa Mercedes González, que llevó a cabo la adaptación, el montaje, la selección musical y la dirección de un magnífico trabajo, para el que también sumaron Lola Blanco y Alberto Palacios con el diseño de la iluminación; las familias, el Santo Tomás-La Milagrosa y los grupos Platea y Carpe Diem con la escenografía y el vestuario, además del equipo ARTES, AlbertoCano, Laura Moya, Pilar Parra y Montse Quevedo que fueron los ayudantes de dirección y Concha Espinosa, diseñadora del cartel.

Unos formidables Sergio Piedra (Don Juan Tenorio), Manuel Ruiz (Cristófano Buttarelli), Marcos Ciutti (Julián Descalzo), Beltrán López (D.Gonzalo de Ulloa, Comendador), Marcos Lara (Diego Tenorio), Fernando Redondo (Capitán Centellas), Carlos González Monreal (Rafael de Avellaneda), Alberto Redondo (Luis Mejía), Vicente Pacheco (Gastón), Iván Navarrete (Pascual), Javier Lomás y Adrián Olmedo (los dos hombres de la taberna) y Martín Gabarro (El escultor) fueron cautivando al público con sus magníficas interpretaciones, llenas de fuerza y personalidad, sin arrugarse ante la presión que podría ocasionar un patio de butacas lleno y percibiéndose en todo momento que habían trabajado a destajo.

Las actrices, con otro inmenso trabajo, no aparecerían hasta el segundo acto y, sin duda, fue magnífico el trabajo de Esther Díaz Belló (Ana de Pantoja), Alejandra Bonillo (Brígida), Alba Caro (Lucía), Julia López Díaz-Cano (Abadesa de las Calatravas de Sevilla), Julia Izquierdo (Inés de Ulloa), Alba Angelina Serrano (hermana tornera) e Inés Aliaga, Natalia Jiménez, Alba Villena y Paula Perona (mujeres ultrajadas). Sorprendió tanta madurez y oficio en joven grupo de actores y actrices.

El magnetismo de la obra  se elevaba con una selección muy cuidada en la aparecieron temas  de Dan Auerbach, David Bowie, Queens, Vangelis, Anna Calvi o Leonard Cohen, entre otros. Todo los detalles se cuidaron al máximo.

El público siguió con atención la trama de una obra en que la depravación, el vicio, la venganza, la lujuria, la muerte y el desafío se contrapusieron con los valores del perdón, esperanza, arrenpetimiento, pureza, inocencia y piedad. Los espectadores aplaudieron el final de cada acto y premiaron a los actores con una larga ovación final, puestos en pie, al final de la representación. Quien arriesga, gana y eso fue lo que hicieron los alumnos del Santo Tomás-La Milagrosa en una obra que tuvo como entidad beneficiaria a Cáritas Interparroquial de Tomelloso.

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