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Un aluvión de risas para mejorar la vida de las personas

La velada fue todo un éxito

El público respondió llenando el recinto de La Terraza, los cuatro monologuistas provocaron un aluvión de risas y las tres entidades beneficiarias: AFAS, Fundación Elder y el Club de Nadadores Especiales Los Delfines se llevaron una decente ayuda económica a partes iguales para desarrollar sus proyectos de una sala de estimulación multisensorial, la adquisición de un vehículo adaptado y la contratación de una monitora que ayude en el transporte. El espíritu de la velada lo definió a la perfección el monologuista Luis Fabra, “venir hoy aquí para que a través de la risa podamos mejorar la vida de otras personas, me parece algo increíble”.

Fue precisamente el aspecto solidario de la velada el que destacó Mario Nuñez, presidente de Nuevas Generaciones, antes de ceder la palabra a los representantes de tres grandes entidades que han dado mucho y bueno a Tomelloso. “Este año hemos cambiado las bases de la velada, abriéndolo a toda la sociedad de Tomelloso y eligiendo los proyectos que más nos han convencido, algo que resulto muy difícil”. Bernabé Blanco, José Manuel Sampedro y Elena Álamo agradecieron la iniciativa solidaria de Nuevas Generaciones y explicaron detalladamente unos proyectos con los que pretenden seguir desarrollando esa labor que tan bien saben hacer; la de ayudar a las personas.

Al exitoso desarrollo de la velada, que se alargó hasta cerca de la una de la madrugada, contribuyeron también los presentadores, unos excelentes Jesús Perona y Álvaro Márquez que se sacaron de la chistera un montón de recursos cómicos para hacer reír a la gente.

El primero en saltar a las tablas fue Dani de la Cámara con una magnífica parodia de la vida de los niños de hoy y de ayer. Un contraste de costumbres, actitudes y modelos educativos al que le sacó todo el jugo posible. Apareció después un genial Antonio Moya para quejarse de “una vida de mierda”, la frase que más veces repitió, presentando una divertida mezcolanza de situaciones y experiencias vitales de todo tipo que hicieron las delicias del respetable.

Tras un descanso apareció por el escenario, Miguel Espejo, que desde el inicio se metió al público en el bolsillo y cerró la velada Luis Fabra que también demostró su buen hacer en el escenario para arrancar las risas del respetable. Así se completo una noche solidaria, llena de risas, con calor, mucho público y la agradable sensación del deber cumplido con tres magníficas entidades. El escenario lo puso, una vez más, Pepe Quiñones, que tanto viene aportando para la sana diversión de  los tomelloseros, consiguiendo que su local “La Terraza” sea uno de los grandes referentes del verano de la ciudad.

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