El estudio de suelo de la Denominación de Origen Valdepeñas, que llevará a cabo la Universidad de Castilla-La Mancha, ofrecerá importante información a los agricultores para que puedan sacar mayor rentabilidad a sus explotaciones agrarias. El estudio ya ha comenzado para asignar las zonas de muestreo y la actuación en el campo se iniciará después de Semana Santa. Se espera que los resultados puedan estar listos en un año, tal y como anunciaron el presidente de la Denominación de Origen del Vino de Valdepeñas, Jesús Martín, y el catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Ciudad Real, de la Universidad de Castilla-La Mancha, Francisco Jesús García.
Ambas entidades han firmado un convenio que asciende a 65.500 euros para analizar 22.000 hectáreas de suelo de la DO, que afectan a los términos municipales de diez localidades.
El alcalde de la ciudad comentó que el viñedo ha tenido problemas como el mosquito verde o la filoxera. También se refirió a la reestructuración del viñedo para incorporar a las variedades tradicionales de la zona (airén y tempranillo) otras como verdejo, sirah, chardonnay o macabeo. Indicó que conocer los tipos de suelo (arcilloso, limoso, arenoso, volcánico, calizo…) ofrecerá más información al agricultor para que sepa cuál es la mejor variedad a plantar en dicho terreno, aunque luego él decida hacer lo que quiera. “Es una información que la DO tendrá a disposición de los agricultores para que hagan consultas sobre sus parcelas con el fin de obtener el mejor rendimiento a las mismas”.
También señaló que este estudio servirá para saber cuáles son los mejores terrenos para hacer los vinos “excellence” que quiere hacer la DO. “Además habrá que estudiar si la uva debe recogerse de día o de noche o cómo debe ser el riego para conseguir esos vinos. Este es el primer paso”.
Martín comentó que la DO Valdepeñas es una denominación de origen histórica reconocida por la Unión Europea y que “el estudio del suelo debería haberse hecho hace 100 años. Estoy contento de que al fin se haya puesto en marcha porque consolida el futuro”.
Por su parte, Francisco Jesús García también se refirió a los daños que causó la plaga de la filoxera en Europa, haciendo desaparecer hectáreas de viñedo y a que hay portainjertos para que las raíces puedan soportar esa enfermedad u otras.
Destacó la importancia de conocer los diferentes tipos de suelo, para lo que se generarán una serie de mapas de tendencia con unos parámetros para ver qué portainjerto es mejor, el tipo de variedad mejor para el terreno…
El equipo de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Ciudad Real que se encarga de este estudio está formado por ocho personas, entre ingenieros agrónomos, químicos, biólogos y alumnos predoctorales. Muestreará toda la DO, incluso donde ahora no hay viñedo, para caracterizar todas las zonas donde pueda haber una explotación.
Francisco Jesús García ha explicado a Lanza que estudiarán unos 50 perfiles. De cada perfil se tomarán entre cuatro y ocho muestras. Una máquina retroexcavadora hará una calicata en el suelo y se estudiarán los diferentes horizontes de tierra, tomando muestras de las mismas, que serán analizadas en el laboratorio. “Primero se hace una descripción del perfil in situ, se ve la profundidad y los horizontes, su color y sus propiedades físicas, químicas y biológicas. Analizamos 27 elementos químicos, además de otros físicos como la textura, estructura, densidad… Se determina el tipo de suelo y sus características y se recomienda qué plantación le va mejor (portainjerto y variedad)”.
Ha apuntado que podrán dar datos como por ejemplo si el suelo tiene exceso de calcio, carencia de hierro, la capacidad de retención de agua…, y así aconsejar el mejor portainjerto. “Con toda esta información puede mejorar la producción y el agricultor puede obtener un mayor beneficio económico”.
Florencio Rodríguez, secretario general de ASAJA en Ciudad Real, ha valorado positivamente que se vaya a hacer este estudio, que llevaban tiempo pidiendo los agricultores. “La información que salga será muy positiva y vital para el futuro desarrollo de las plantaciones, que podrán optimizarse. El agricultor podrá elegir el mejor portainjerto, la mejora variedad, el sistema de riego… para desarrollar su actividad agrícola”.