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Toledo conquista Madrid

Angel Tellez otro toledano a hombros en Madrid

Plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Lleno de “No hay localidades”. 

Se lidiaron cinco toros de Victoriano del Río y uno de Toros de Cortés (sexto), de juego desigual. Mejores tercero, cuarto y sexto. Bien presentados. 

Diego Urdiales: silencio y silencio.

Alejandro Talavante: ovación y silencio.

Ángel Téllez, que sustituía a Emilio de Justo: oreja tras aviso en ambos.

 

Ángel Téllez salió a hombros.

 

Puede que sea casualidad -o no- pero ayer Ángel Téllez se convirtió en el tercer torero toledano que abre este año la puerta grande de Las Ventas madrileña, y tal circunstancia nos permite decir, sin mucho temor a errar, que Toledo, este año, ha conquistado, taurinamente, Madrid.

El torero de Mora se suma a los nombres de Tomás Rufo (de Pepino) y Álvaro Alarcón (de Torrijos), si bien también podríamos señalar que el también imperial Álvaro Lorenzo ha cortado dos orejas en sendas corridas del ciclo capitalino.

Y ¿cómo estuvo ayer Ángel Téllez? Pues en torero grande. Firme, acompañando las embestidas de manera acompasada con cintura y brazos, y con un aplomo inquebrantable. Con estos mimbres construyó dos faenas de altura conceptual. Es decir, nada de efectismos ni recursos técnicos que confieran ventaja alguna. La primera premiada con una oreja, y la segunda (al sexto toro) con otra, que habrían sido dos de no pinchar. Sin gesticular gratuitamente, dando pecho, apostando y, a la postre, ganando un triunfo que, a buen seguro, le granjeará contratos en cantidad y, esperemos, en calidad, porque este torero puede ser grande, a pesar de que su potencial, hasta ahora, se haya podido ver, fundamentalmente, en coso de menor relevancia, como fue el caso de su pueblo el pasado 24 de abril.

La corrida también contó con una faena bella y sorda de Diego Urdiales. Fue en el cuarto, un ejemplar menos malo que tuvo arrancadas potables a media altura por el pitón derecho, y que el riojano aprovechó con su pureza estética habitual hasta que el de Victorino del Río se acabó.

Talavante cumplió su tercer paseíllo madrileño sin poder mostrar su tauromaquia. Tan solo el vibrante inicio de faena al segundo hizo encender alguna esperanza, rápidamente desvanecida.

Fotos: Plaza1/Alfredo Arévalo

 

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