Plaza de toros de Tomelloso (Ciudad Real). Corrida de toros mixta. Un tercio de entrada.
Se lidiaron dos novillos de Fermín Bohórquez, primero y cuarto, para rejones, reglamentariamente despuntados, dos toros, segundo y quinto, y dos novillos de la misma ganadería en tercer y sexto lugar. Inválidos primero y segundo. Manejables el resto. Desiguales de presentación.
La rejoneadora Lea Vicens: rejón entero arriba (oreja); medio rejón arriba y descabello (dos orejas con aviso).
El matador de toros Ángel Téllez: estocada entera arriba (oreja); dos pinchazos y entera atravesada (oreja con aviso).
El novillero Sergio Felipe: dos pinchazos y entera desprendida (oreja); pinchazo, media arriba y descabello (oreja con aviso).
Durante este festejo se puso en práctica la petición de trofeos por código QR, auspiciado por la web orejasytrofeos.com. Enrique Martínez “Chapurra” actuó como sobresaliente de matador, y Mario Vicente Montes de novillero. Los tres actuantes salieron a hombros.
El festejo mixto celebrado ayer en Tomelloso presentaba varios aspectos de interés. Uno de ellos, relevante, era su carácter benéfico, en esta ocasión para la investigación contra la E.L.A. (Esclerosis Lateral Amiotrófica); y otro, la petición de oreja “digital”, puesto que se pudo solicitar trofeos escaneando un código QR colocado en las taquillas del coso manchego e introduciendo el número de la entrada correspondiente.
Tal sistema quedó inaugurado con la oreja concedida a Lea Vicens por la lidia, abundante y poco vibrante, al soso primero. Más entonada resultó la labor de la amazona francesa en el cuarto, a la par que igualmente mejor fue el juego del toro gaditano. Al acertar a la primera con el descabello, los ánimos se vinieron arriba y a sus manos llegaron dos orejas.
Al segundo tampoco le sobró el ímpetu, y después del entonado recibo a la verónica de Ángel Téllez, y un contraindicado quite por chicuelinas, en el que el de Bohórquez rodó por el suelo por primera vez, todo fue cuesta abajo. Téllez se puso, muy bien puesto, dando el pecho y citando a media altura, pero la faena se diluyó por la carencia de empuje de su antagonista, llegando el toro a echarse antes de entrarlo a matar. Más se movió el quinto, aunque se trató de movimiento algo brusco, sobre todo en los dos primeros tercios, porque durante el último se vino abajo, aunque al torero toledano le dio tiempo a hilvanar naturales aislados de gran encaje. A pesar de los dos pinchazos repitió paseo mostrando una oreja a los tendidos.
Lo bueno que pudo hacer el novillero Sergio Felipe frente al tercero -por momentos llegando a muy bueno- quedó eclipsado por el fallo a espadas, lo cual no impidió la concesión de una oreja. Antes, de nuevo, hubo toreo con la mano izquierda (mano dominante en la tarde, sin duda), de magnífico trazo y encaje. De auténtica categoría. Como la que tuvieron varios zurdazos ejecutados al sexto, de uno en uno, sin posible ligazón por la escasa acometividad, y que de nuevo no contaron con el refrendo de la espada, teniendo que atronarlo con un descabello. Aún así se ganó el derecho a salir a hombros junto a su compañero y compañera de terna.