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El Boletin Oficial de la Destrucción

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Hace apenas unos meses la forma de garantizar la realidad de un proyecto, de asegurar que una actividad iba adelante o que una obra estaba realmente comprometida era  anunciar que se había publicado en el Boletín Oficial del Estado.

Pero ahora, desde principios del 2012, el BOE es el boletín de la destrucción. Si oír las noticias cada  mañana es escuchar el anuncio de nuevas restricciones, de actuaciones que nos hacen volver a tiempos pasados, leer el Boletín Oficial del Estado o sus versiones de los Diarios Oficiales de las Comunidades autónomas es leer los anuncios de la destrucción.

Ya no se anuncian obras y concursos de nuevas contrataciones. El Boletín Oficial del Estado, el Diario Oficial de Castilla-La Mancha anuncia cada día la anulación de concursos ya convocados, la anulación de obras que estaban en marcha, la supresión de convocatorias de plazas ya anunciadas. La fiebre del déficit se ha unido a esa voluntad que tienen algunos de destruir lo que hicieron los que gobernaron antes. Voluntad que suele acompañar a los inseguros, que carecen de la mínima amplitud de miras y que parecen gobernar para los intereses de partido o para sus encumbramientos personales más que con la voluntad y la visión de servir a una institución y a los intereses generales.

Leer decretos como los que recientemente se publican en el BOE es asistir a la feria de la pérdida de derechos, a la improvisación del quien recorta más cada día. Decretos con redacciones ininteligibles que anulan una y otra vez referencias anteriores de derechos conquistados, que mezclan contenidos, con redacciones más que defectuosas de la premura del anuncio que se reforma una y otra vez a sí mismo en un intento de llegar al quien recorta más. Si el Real Decreto 20/2011 que enlazaba recorte tras recorte en todas las áreas de la administración y quería prohibir hasta que intentáramos crecer, el RD 14/2012 sobre el gasto público en educación acaba incluyendo un apartado final sobre el impuesto de sociedades.

El BOE se ha convertido en el diario de la destrucción de derechos, en el anuncio solemne de las reducciones de ámbitos de libertad  y en los ahorros encubiertos. Medidas siempre dichas a medias para encubrir propuestas que subyacen en las mismas. ¿Aumento de horas lectivas o reducción de plazas de profesorado?. Afirmaciones que quieren ocultar de forma vergonzante una ideología que recuerda las peores concepciones de la derecha de otras épocas en nuestro país. Pero todo ello camuflado bajo los mantras de la herencia, las necesarias reformas, los compromisos europeos y las redacciones confusas del BOE. El BOE sigue siendo el testimonio documental de un gobierno improvisado que nos está conduciendo por el camino del retroceso en nuestros derechos y que nos lleva aceleradamente a un espléndido desastre social.

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