Todos los años pasa igual. Las prisas, el stress de las últimas compras, parece que vamos a llegar tarde. Yo me pregunto lo siguiente, podemos vivir un poco más tranquilos?. La pregunta tiene una sola respuesta, entiendo que sí. Si llevamos a cabo una encuesta en nuestra comunidad, todos responderemos lo mismo. Cuando nos paramos a pensar que es bueno el disfrutar de todo, de compras, de convivencia, de felicidad, de disfrute con nuestras familias y amigos, nunca llegaremos tarde. Ralentizar aspectos de conducta en nuestra vida, nos permitirá tener conciencia de algo más, y que ese algo más es fundamental para vivir estos días de manera más alternativa y con ese espíritu que ha ido desvirtuándose poco poco. El escribir sobre esto es positivo. Estamos perdiendo la verdadera esencia de lo que es la Navidad. Ni el exceso de euforia es necesario, ni tampoco el vivir a espaldas de lo que denominamos celebrar una Fiesta muy señalada.
La propuesta es la siguiente. Cada cual es dueño de sus pensamientos y actos, pero la toma de conciencia del verdadero espíritu de la Navidad es la gran experiencia. El ir de compras, o de rebajas, o los famosos excesos que se llevan a cabo, pueden quedar en un segundo plano perfectamente, paralelamente estaremos fomentando los valores humanos por encima de lo anterior. El culto a la superficialidad y el aumento de la insatisfacción genera vacíos que se aprecian en algunas personas. Por eso las prisas no son buenas y si encima, no eres capaz de darte cuenta de tal circunstancia, seguirás en una dinámica peligrosa. Me que quedo con la capacidad de ralentizar nuestro nivel de conducta, dándote cuenta de tu ansiedad para posteriormente mejorar tu actitud ante tí mismo y tu propia vida.
Mis mejores deseos para todos los lectores de nuestro Diario siempre fiel y atento a sus necesidades y información y entretenimiento. Felices Fiestas
