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Presión por el examen

Siempre y a lo largo de la historia académica de un estudiante, siempre llega la hora final a la que se tiene que enfrentar y a muchas pruebas en las que se valora su conocimiento y/o sus habilidades para resolver cierto tipo de tareas en las que son calificados esos principios establecidos en la escala de su aprendizaje evolutivo. Todo ello al estudiante le genera una sensación de falta de control de la situación ante algo que no conoce, lógicamente, y que le produce ansiedad. Aprender a controlar las manifestaciones de esta ansiedad requiere el aprendizaje de una serie de técnicas para el correcto afrontamiento de forma correcta y adecuada ante estas situaciones tan temidas. Estas respuestas de ansiedad se generan por diferentes tipos de pensamientos que suceden de manera descontrolada en la percepción cognitiva del estudiante que es el propio protagonista de la situación. Sensaciones como malestar físico, insomnio, angustia, taquicardia, pensamientos negativos e incapacidad para afrontar el examen de forma correcta. Aquello tan común como la sensación de quedarse  en blanco en algunas ocasiones y a pesar de estar sobradamente preparado para afrontar correctamente la prueba selectiva. Ahora es momento de exámenes finales en los que los estudiantes se juegan buena parte de su futuro y la recogida de la cosecha, se supone, que han trabajado durante todo el año. Para afrontar correctamente el examen, además de controlar las respuestas de ansiedad hay que estar tremendamente concentrado en la tarea que vas a llevar a cabo y a veces, muchas veces, uno no es capaz de conseguir. Entiendo que antes de pasar por estos avatares, es importante hacer una labor previa de estudiar con método, con tesón, con voluntad, analizando los conceptos y, de forma continuada, repasar para no olvidar. Entiendo que la ansiedad aparece por la sensación de falta de control del examen, de lo que viene después y de la falta de confianza que se tiene a la hora de afrontar esta realidad. Importante es tener en cuenta todo aquello que se recomienda y sí tener controlada nuestra conducta. Descansar antes del examen, incluso, evitar estudiar en el último momento, precisamente para que la memoria haga su trabajo de recuperación de forma correcta. Es fundamental quitarte presión que no la necesitas para nada. Siempre el trabajo diario te ayudará a controlar esas variables que te asustan y que tienes la sensación que se te van de las manos. El trabajo y tu esfuerzo al final siempre se verán recompensados.

 

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