Imágenes “poliédricas”, que pueden sugerir varias cosas e interpretaciones a diferentes personas y en diversos momentos, “muy intensas y sobrias”, y en las que “no sobra nada y tampoco falta nada”, conforman la muestra ‘El Teatro de El Roto’ que se exhibe hasta el sábado 3 de octubre en la almagreña Galería Fúcares y que visitó este jueves el autor madrileño, quien mostró su satisfacción por este trabajo realizado a propuesta del galerista manchego Norberto Dotor.
El Museo Nacional del Teatro ubicado en Almagro se ha interesado en la adquisición de buena parte de las 35 obras de esta exposición inaugurada el pasado 10 de julio y que propició “riadas” de espectadores durante la celebración del Festival de Almagro, así como llamadas de todo el país. “No sabía que el club de fans de El Roto fuera tan grande”, señaló Dotor, que ya le ha hecho un nuevo encargo a uno de los humoristas gráficos más prestigiosos del país, aunque en la próxima ocasión será como pintor, faceta que firma con su nombre, Ándres Rábago.
El Roto conoce a Dotor “desde hace muchísimo tiempo” porque frecuentaba su galería de Madrid con amigos pintores y “siempre acabábamos en ese lugar”, con lo que, cuando “hace dos años y pico me propuso hacer algo sobre el mundo del teatro para su galería de Almagro y alrededor del propio Festival me pareció muy interesante porque tuve una relación bastante estrecha con el teatro en los años 70 y 80”, comentó.
En aquella época, trabajaba como dibujante firmando como OPS en la revista Hermano Lobo, cuyo director, que también era autor de teatro, Ángel García Pintado, se reunía con un grupo de amigos dramaturgos “entre los que estaban Luis Matilla, Juan Margallo, Alberto Miralles y Jerónimo López Mozo, un grupo muy interesante de la escena alternativa de Madrid” que realizaba un teatro no oficial con obras que “en aquel momento tenían un gran significado social y político”.
Aunque con “cierta reticencia” porque reconoció que el mundo del teatro no es lo suyo con tantos encuentros con directores y actores y le gusta más trabajar en el estudio solo, hizo “cuatro o cinco escenografías para esos grupos alternativos de Madrid”, señaló El Roto, que afirmó que el teatro le ha interesado, más que por sus textos que prefiere leer a escuchar, por los espacios escénicos. Grupos que “en aquella época venían de fuera”, como los estadounidenses Bread and Puppet, le impresionaron y abrieron los ojos en relación con una escenografía distinta y un teatro visual, expuso El Roto, que indicó que por esta relación tomó con “mucho agrado” la propuesta de realizar una exposición sobre el teatro, la cual elaboró durante su estancia en verano en Cantabria, cuando no dibuja para el periódico El País y dedica “un espacio a cosas alternativas” respecto a lo que hace “normalmente tanto de pintura como de dibujo”.
En los márgenes
A la inauguración de la muestra no pudo venir precisamente por estar ‘confinado’ en tierras cántabras, se excusó el autor de una obra con “un punto satírico o de otra mirada que no sea la obvia”. A este respecto, señaló que siempre busca ese otro ángulo que no es lo que primero se presenta. “Siempre me ha interesado más lo que está en los márgenes de la imagen que lo que está en la propia imagen”, unos territorios que “son difíciles de enfocar y son los que más me interesan”.
En su propuesta, deja “fuera la retórica”, va a la esencia. “El problema de muchas de las cosas que se hacen, sin querer ser crítico con el trabajo de los demás, es que hay un punto de retórica, como una especie de salsa que intenta darle gusto a aquello que haces. Mi voluntad es que el plato no tenga salsa, sino que sea solamente el magro, el alimento esencial, no aquello que lo adorna”, criterio que siempre ha tratado de seguir “a la hora de dibujar tanto en el periódico” como en cualquier otro de los trabajos que hace.
Respecto al mundo del teatro, no lo frecuenta por lo que “algunas de las cosas que veo sería injusto que las juzgase por mi escasa atención”, apreció El Roto, que resaltó que le “interesa más el teatro como concepto y desde luego lo que me parece es que el teatro ha impregnado todas las áreas de la vida. La política es básicamente teatro pero también nosotros en muchas ocasiones sociales somos actores. El hecho de quitarte la máscara sólo lo haces normalmente ante amigos o bien si tienes una personalidad lo suficientemente resistente como para poder enfrentarte a lo que sea a cara descubierta. El teatro y las caretas están en todos los órdenes de la vida y no sólo en los escenarios”.
Sinceridad
Autor que conecta con un público de generaciones muy dispares, afirma ser simplemente una persona “del común” en el sentido de que procura trabajar desde la visión directa de las cosas, sin la intermediación de los propios medios. “Procuro ver las cosas a cara descubierta como son y reflejarlas sin ningún interés personal en ello”. No quiere adoctrinar ni ser brillante, sino simplemente ser sincero. “Lo que veo, eso lo reflejo”, sin obviar que detrás hay una manera de verlo, de traducir la realidad y “yo la traduzco desde un trasfondo cultural” que es el de una generación que “se formó en el mundo del mayo del 68 y luego ha mantenido esa forma de no aceptar lo que se intenta imponer”.
A su juicio, se hacen cosas en el mundo del arte, por un lado, por el interés económico y, por otro, por una visualización espectacular, pero no es lo que persigue. “Lo que buscas es la verdad de las cosas, eso que es algo muy difícil de explicar y que jamás llegas a encontrar pero que al menos es el camino que has emprendido”, sostuvo.
Galerías
El Roto elogió la labor de galeristas como Dotor e indicó que, “sin las galerías, el mundo del arte morirá pronto porque son una escala necesaria y no sólo para la venta sino para el conocimiento” de la obra de los autores. Permiten “seguir los pasos de los artistas a lo largo del tiempo e ir viendo sus altibajos, quiebros y movimientos”. En un museo, “cuando ya llegan las obras a veces tarde y mal o a veces demasiado pronto y también mal, no puedes seguir ese trayecto vital de un artista contemporáneo”. En los museos, suelen estar “exposiciones de obra ya terminada, de artistas que han completado su ciclo, mientras que en las galerías está ese mundo vivo en el que puedes ver el arte en su desarrollo”.
Por la adquisición de parte de estas obras sobre las artes escénicas de El Roto se ha interesado el Museo Nacional del Teatro, “lo cual nos viene muy bien porque en esta región, a diferencia de otras Comunidades Autónomas, no ha habido ninguna ayuda” a las galerías para superar la actual difícil situación económica, agregó Dotor. Respecto a la próxima muestra de El Roto, el autor madrileño señaló que inaugurará aproximadamente en abril, con la edición de un libro por parte de El Zorro Rojo, la exposición ‘Revelación’, integrada por 65 dibujos “hechos en el mismo formato y de la misma manera” que los que se exhiben en Almagro, pero “su intención es más de advertencia de lo que pasa, nos pasa y nos puede pasar”.